• Ecología

Corredor arrecifal, en riesgo por ampliación portuaria en Veracruz y gasoductos

  • Francisco de Luna
Proyectos Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan y el propuesto Gasoducto Puerta al Sureste constituyen factores de riesgo

Xalapa, Ver.-Los arrecifes del Golfo de México se han visto afectados por obras de infraestructura marítima, por el tráfico marítimo y la contaminación del mar por la falta de saneamiento en las cuencas hidrológicas.

Obras de infraestructura como la ampliación del puerto de Veracruz, así como los proyectos Gasoducto Sur de Texas-Tuxpan y el propuesto Gasoducto Puerta al Sureste constituyen factores de riesgo para el Corredor Arrecifal.

Por ello, la Red Corredor Arrecifal del Golfo de México lanzó la campaña “Arrecifes del Golfo: Cuna del Mar”, con el objetivo de visibilizar que la importancia ambiental, económica y sociocultural de esta zona depende de la salud y protección de los arrecifes, los cuales están en grave riesgo por la actividad humana y la crisis climática.

El Corredor Arrecifal del Suroeste del Golfo de México (CASGM) tiene una extensión de 600 kilómetros y se trata de un importante corredor ecológico que se extiende desde el sur de Tamaulipas hasta más allá de la desembocadura del río Tonalá en Tabasco.

De acuerdo con los protectores ambientales, los gobiernos exhiben prioridades económicas, prefiriendo las labores de extracción, exploración y transporte de hidrocarburos, además de megaproyectos como el propuesto gasoducto “Puerta al Sureste”, “ignoran la presencia de estos ecosistemas y su importancia biocultural en sus evaluaciones de impacto ambiental”, refiere la Red Corredor Arrecifal.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y otras organizaciones forman parte de la red, y sostienen que Veracruz ocupa el tercer lugar nacional en producción de petróleo crudo, el primer lugar en producción petroquímica básica con un 80 por ciento de la producción nacional y es la entidad federativa con el mayor número de campos de reservas remanentes.

Cemda detalla que se realizaron importantes descubrimientos de arrecifes sumergidos que hasta hace poco eran desconocidos para la ciencia. En la región norte -entre Tamiahua y el río Tecolutla-, por ejemplo, se encontraron los mayores arrecifes sumergidos de todo el suroeste del Golfo de México.

Además, la investigación también arrojó que el impacto de la actividad humana sobre estos ambientes es severo, pues la mayor parte de los sitios descubiertos resienten el incremento de las tasas de sedimentación y la mala calidad del agua, así como las afectaciones de la industria de hidrocarburos, el tráfico marítimo y la intensidad de las actividades pesqueras.

También, detalla que la industria de los hidrocarburos representa una seria amenaza para la viabilidad ambiental de estos arrecifes. Una gran parte de la zona norte y sur del Corredor Arrecifal tienen áreas contractuales y asignaciones para la exploración y explotación petrolera.