Soconusco, Ver.- Laura Gómez Valentino tiene más de 40 años de “cocer sal”. El canto de los pájaros salineros a las 4:00 de la mañana le revela que es momento de visitar el pozo, que permanece cerrado casi todo el año debido a que el agua dulce no es suficiente salada para crear el mineral.

Antes de iniciar el proceso, Laura hace un ritual prehispánico para pedirles permiso a los guardianes del pozo: chaneques, espíritus que cuidan el lugar. Les pone ofrendas como galletas y dulces para producir la sal sin inconvenientes. Creen que deben hacerlo con armonía, pues las envidias podrían provocar que el agua del pozo se acabe.

“Desde que éramos niñas ya sabíamos del pozo de la sal, yo tiene años que no he comprado sal, pura sal de esto. Dicen que uno no se esté peleando, que todo tranquilo, porque si no, se enoja la chaneca y se acaba el agua”, dice.

EL PROCESO PARA OBTENER LA SAL

El proceso para obtener la sal pasó de generación en generación: consiste en sacar el agua del pozo, llevarla a unas pailas y cocerla a leña. Después, los productores esperan hasta 12 horas para obtenerla. Durante ese tiempo solo deben mantener vivo el fuego.

Una vez que obtienen la sal, la pasas a unas canastas para secarla y embolsarla posteriormente. Casi todas las familias de Soconusco la tienen en sus mesas. Aunque la producción de mayo es para su consumo, también la venden. Muchas personas llegan buscándola al municipio, porque “es rica y saludable”, pues no tiene químicos.

Hace años, se daba el trueque. Las personas que querían una bolsa de sal la cambiaban por un racimo de plátanos, huevos de gallina, entre otros productos. Actualmente, el kilogramo tiene un valor que va de 50 a 70 pesos.

Integrantes de nuevas generaciones, como Jesusa Sinforora, de 27 años, buscan preservar la tradición y cada año se involucran para conocer más sobre el pozo y el proceso para elaborar la sal. La tradición se conserva ahora gracias a que cada año se realiza la feria de la sal.

“Buscamos rescatar esta tradición y aquí estamos cociendo sal, ya llevo más de siete años con esta tradición, pero esto es de hace muchísimo más tiempo”, comenta.

500 AÑOS DE HISTORIA

Según la leyenda, el pozo de la sal tiene cerca de 500 años. Se cuenta que fue excavado por solados de Moctezuma que buscaban saciar su sed, sin embargo, el agua que encontraron era salada y no se podía beber, lo que enfureció al guerrero, que acabó con los hombres que construyeron el pozo.

Pobladores originarios supieron la función del hoyanco del que emanaba agua y lo defendieron de los españoles. Muchos murieron en la lucha, pero finalmente el objetivo se logró: preservar la fuente de agua salina.

“Moctezuma, el guerrero indomable, un guerrero mexica, aquí su gente, sus soldados tenían mucha sed y él ordenó que se abriera un pozo, pero no encontraron agua dulce, encontraron agua salubrica y Moctezuma se inconformó y mató a todos los soldados que los excavaron.

La creencia es que la sal sale rosada porque es la sangre que se derramó aquí”, contó Simón Navarrete, ritualista de la zona sur de Veracruz.

PIRAMIDES DE SAL

La tradición en Soconusco guarda mucho misticismo, cosas que nadie puede explicar, entre ellas la formación de unas pequeñas pirámides de sal que, de acuerdo con pobladores, aparecen en las pailas cuando el agua salada está por terminarse.

Son unas formaciones pequeñas que a simple vista parecen una pirámide, pero no se dan en todos los casos. Las familias hacen peticiones y promesas durante la cocción de la sal y quienes las tienen, las conservan como un tesoro.

“Es algo inexplicable cuando vez en tu tina, no la de todas, están unas piramiditas bien formaditas… y ya sabemos que se acabará esto y ya hasta el próximo año, yo en mi casa guardo algunas”, comentó una salinera.

FORÁNEOS SE INTERESAN

Personas de otros municipios y estados se muestran interesados por conocer la historia del pozo y ser testigos de lo que ocurre.

Noemí Bremont viajó desde Xalapa. Tres meses antes llegó a la comunidad para verificar el agua del pozo y, en ese tiempo, era dulce. El lugar estaba cerrado con madera. Regresó justo cuando le dijeron los pobladores y comprobó que ahora el agua es salada. También vio cómo producen la sal.

“Sabía de este lugar porque mi madre, que es originaria de Oluta, ella nos platicaba que cuando era niña se venía caminando dos o tres días de camino y venían a hacer la sal. Yo pensé que había sal todo el año, pero no, solo es en mayo.

"Es realmente asombroso, esto es parte de nuestra cultura, de una cultura ancestral, vine y no estaba el agua salada hace tres meses; ahorita sí lo está, es una maravilla, además se siente un ambiente espiritual, tranquilo”, expresó. 

UBICACION DEL POZO

El pozo de la sal se encuentra en la comunidad Benito Juárez. Para llegar desde la cabecera municipal de Soconusco, tienes que tomar la calle Ignacio López Rayón y llegar al final.

Posteriormente, son cinco kilómetros de terracería que tienes que recorrer en recata para llegar hasta la comunidad. Antes de adentrarse donde se encuentran las casas, del lado derecho está el pozo.