Medellín de Bravo, Veracruz.-Bajo el amparo de enormes árboles de mango se levanta un techo de lámina, bajo el cual fue colocado un ataúd blanco rodeado de flores de todos los colores. En la cubierta del féretro hay dos fotografías de una sonriente mujer morena de ojos grandes llamada Jessica Saldaña Cabrera. 

La mañana del viernes 17 de marzo, vecinos del municipio de Medellín de Bravo, Veracruz;  comenzaron a escuchar sus gritos, no era algo fuera de lo común, su pareja, Juan Carlos N alias "El Mata Pato" la golpeaba.

Los vecinos habían tratado muchas veces de sacarla de ese contexto violento, sin éxito; pero esa vez, el día vernes los gritos se escucharon cada vez más fuerte, hasta que llegó el silencio, minutos después se imaginaron lo peor y en efecto su pareja la había matado.

Este domingo 19 sus familiares velan sus restos desde este sábado cuando sus restos fueron entregados por el Servicio Médico Forense. El funeral se lleva a cabo en la casa de los abuelos de Jessica; una vivienda de lámina y piso de tierra, ubicada en la colonia las Flores, de la comunidad del Tejar.

Los vecinos que conocieron a Jessica, apoyaron a la familia, varios le llevaron flores para adornar este triste momento, las que más le gustaban a la joven, y les ayudaron a hacer unas cartulinas que colocaron a los costados del ataúd, en donde se lee: “Justicia para Jessica”, “No estamos todas, porque nos falta Jessica”

“Mi princesa linda, por qué, por qué Dios mío, te amo mi princesa, mi negrita”, decía su madre llorando sobre el féretro, abrazada por una amiga, que en vano intentaba llevarla a una silla.

La hermana de Jessica observa desde lejos, mientras fuma un cigarro, con los ojos llenos de lágrimas y las manos temblorosas.

El presunto feminicida de Jessica, de 27 años, era un hombre muy violento; su familia comenzó a ver a la joven golpeada desde que comenzaron su relación hace más de tres años, sin embargo a pesar de sus esfuerzos, no lograron separarlos.

“Sí siempre le pegaba, maltrato, me la maltrataba, yo se la quitaba y ella regresaba otra vez con él porque según él la tenía amenazada”, explicó su madre.

Él era adicto y con el tiempo Jessica comenzó a consumir también, su madre logró que Jessica abandonara esa vivienda, y la anexó durante doce meses. Apenas salió y contra las peticiones de su familia, Jessica volvió con él.

“Pues la verdad, una vez sí me dijo que como yo la tenía escondida en mi casa, me decía ahí la tiene, y le digo no la verdad aquí está, le digo dígame la verdad porque sino vas a ver de lo que voy a ser capaz , era un hombre violento, es drogadicto, le gustaba robar, a todo mundo le pegaba, osea muy violento”, dijo.

El DIF ya les ofreció ayuda psicológica tanto para el hijo de Jessica que tiene 13 años y vive con su abuela, como para la hija de su presunto feminicida, de 7 años, que no solo vivía con ellos, sino que presenció el crimen.

Jessica será sepultada esta tarde en el cementerio “La Esperanza” en Medellín de Bravo. Pero su familia y vecinos insisten, quieren justicia, quieren que su presunto feminicida sea procesado y no salga de la cárcel a dañar a más mujeres.