- Veracruz
Robo de guacamaya en el zoológico de Veracruz ventila mercado negro de especies
Veracruz, Ver.- El robo de una guacamaya verde sin rastros de violación a cerraduras en puertas y ventanas en el zoológico de Veracruz, así como testimonios de trabajadores, avivan la sospecha del tráfico de especies silvestres sustraídas del recinto a cargo del Ayuntamiento de Veracruz.
En un documento elaborado por el responsable Técnico de la PIMVS, Víctor Hugo Sánchez Montalvo, el viernes 1 de noviembre, se relata la desaparición de una guacamaya que se localizaba en una transportadora tipo Kenner en el área clínica del zoológico.
En el mismo oficio dirigido al administrador del inmueble, Juan Carlos Sánchez González, se detalla que la guacamaya permanecía sin sexar y no contaba con microchip para llevar un sistema de marcaje.
Lo anterior sería un incumplimiento a los requerimientos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) para la operación del zoológico de Veracruz como un Predio Intensivo de Manejo de Vida Silvestre (PIMVS).
El documento, en poder de E-Consulta Veracruz, detalla que el robo fue registrado alrededor de las 7:04 horas del viernes 1 de noviembre cuando el Responsable Técnico se presentó en el sitio junto con uno de los cuidadores -quien firma como testigo- para iniciar la jornada de trabajo y se percataron de la desaparición del animal.
En el escrito además se indicó que el acceso al Área Clínica se encontraba cerrada con candado, lo mismo que las puertas, sin rastros de que haya sido forzada, lo mismo que la transportadora en donde se mantenía el animal.
En la misiva se indica que el aviso sería copiado a las autoridades del Ayuntamiento de Veracruz, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Semanart y la Dirección General de Vida Silvestre, para fines legales o administrativos que deriven de las investigaciones sobre el caso.
Hasta ahora se desconoce si el Ayuntamiento de Veracruz dio aviso al Ministerio Público sobre el robo del animal.
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Guacamaya verde en peligro
La guacamaya verde, como la que fue robada en el Zoológico de Veracruz, alcanza un valor de entre 15 y 50 mil pesos en el mercado clandestino, según el presidente Comité de Vigilancia Ambiental de la Profepa en Veracruz, Sergio González.
El activista señaló que es común que este tipo de animales sea adquirido por coleccionistas particulares de manera clandestina, ya que no existe forma de que puedan ser comercializados de manera legal.
Un informe de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) descrive a este tipo de ejemplares como los más cotizadas en el mercado negro de especies silvestres, ya que en 2010 ocupó el quinto lugar en aseguramientos por la Profepa, entre 22 especies de psitácidos.
“Por lo anterior, la Norma Oficial de Especies en Riesgo (NOM-059-ECOL-2001), tiene a la guacamaya verde (Ara militaris) designada como en peligro de extinción, debido a que las poblaciones en nuestro país, han declinado drásticamente, especialmente por la pérdida de hábitat y la explotación directa de la especie”, detalla del informe.
El 14 de octubre de 2008, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, del decreto que reforma a la Ley General de Vida Silvestre (Decreto Art. 60 Bis 2) que prohíbe la captura de pericos y guacamayas de México, concediendo a la guacamaya verde el estatus de especie prioritaria.
La ley prohíbe el aprovechamiento extractivo con fines de subsistencia o comerciales, la exportación, la importación o reexportación de estas especies nativas del país.
La violación a la disposición anterior, se constituye en un delito federal que se castiga con la cárcel, mediante una pena que va de 1 a 9 años de prisión y hasta 12 años si el delito se comete dentro de un área natural protegida o se realiza con fines comerciales.
Sergio Armando González, del Comité de Vigilancia Ambiental en Veracruz, aseveró que un ejemplar de guacamaya verde como el que fue robado en el Zoológico de Veracruz reduce drásticamente su calidad de vida, debido a que las personas que las compran no cuentan con el conocimiento adecuado para su manejo.
“Estamos hablando que estos animales en cautiverio en el mercado negro no reciben la atención de un especialista, pueden morir el mismo día que lo compran por alguna descompensación o puede padecer cuadros graves de desnutrición y morir después”, declaró.
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