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Más expertos descartan incineración de normalistas en Cocula
Un nuevo estudio científico sobre hogueras a cielo abierto publicado en la revista Fire safety journal, diario oficial de la Asociación Internacional de Ciencias de Seguridad contra Incendios, revela que para haber incinerado a los 43 normalistas de Ayotzinapahasta borrar su ADN se habrían requerido de al menos 15 toneladas de madera, y aún así habrían quedado restos de materia orgánica.
De acuerdo con 23 expertos que participaron en la investigación en condiciones ideales -cuerpos pequeños y alimentación continua de combustible- es necesario un mínimo de cinco veces el peso del cuerpo en madera seca para lograr la destrucción casi completa de toda la materia orgánica, refiere el estudio.
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Lo que significa que para quemara los 43 normalistas al grado que informó la PGR se habrían requerido 15 mil 50 kilogramos de madera, si cada joven pesara 70 kilos.
Según la "la verdad histórica" de la PGR, los estudiantes desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014 habrían sido incinerados en el basurero de Cocula y, debido al alto nivel de exposición de calor, sus restos quedaron tan deteriorados que fue imposible obtener un perfil genético.
En la investigación titulada "Estudio experimental sobre los requisitos de combustible para la degradación térmica de cuerpos por medio de la cremación de pira abierta", se encontró también que la presencia de múltiples cuerpos no favorece al fuego, sino que lo apaga.
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Los expertos, coordinados por Luis Yermán y el peruano José Torero, realizaron, con apoyo de la Universidad de Queensland, en Australia, seis diferentes piras, con uno o hasta cuatro cerdos en cada una de ellas.
"La relación entre el nivel de destrucción de un cuerpo y la eficiencia de quemado, la intensidad y la duración de los posibles incendios debe demostrarse para inferir la validez de una hipótesis de cremación", indica el estudio.
Los especialistas en Australia continuaron el trabajo que dejó pendiente el grupo deperitos conformado entre la PGR y GIEI, en el que al final se advirtió la necesidad de realizar una prueba a gran escala, lo que nunca ocurrió.
Con información de La Silla Rota
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