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Se mantiene la incertidumbre de los dreamers sobre DACA
Dreamers siguen sin saber cuál será su futuro por incertidumbre del DACA. Viven con angustia por posibles detenciones. La CNDH pide a la CIDH apoyo para que legisladores de EU protejan a estos jóvenes.
Aunque hoy se cumple el plazo del presidente estadounidense Donald Trump para cerrar la Acción Diferida (DACA), el programa sigue vivo para casi 700,000 dreamers, que viven la angustia de desconocer hasta cuándo seguirá vigente y si mientras tanto pueden ser detenidos o perder su permiso de trabajo.
Desde septiembre de 2017, los amparados de DACA enfrentaron una tensa cuenta regresiva que se suponía terminaría este 5 de marzo, pero la decisión de un juez de California le quitó su valor de ultimátum cuando ordenó al gobierno restablecer el amparo, decisión similar a la que tomó semanas más tarde un juez de Nueva York.
Y la decisión del Tribunal Supremo de no atender la apelación del gobierno sobre el fallo de estos jueces convirtió la fecha en un símbolo de que la batalla aún se libra en el congreso y con el propio gobierno.
Una migrante, Angélica Villalobos, dio su testimonio. Ella ha luchado porque se mantenga el programa, pero ante tanta incertidumbre ha tenido que prepararse y preparar a sus hijos por si sucede alguna deportación y su familia tiene que separarse.
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CNDH pide a legisladores de EU que protejan a dreamers
El titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González Pérez, pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) apoyo para que legisladores estadounidenses aprueben una ley que proteja a dreamers, afectados por la cancelación de los programas TPS (Estatuto de Protección Temporal) y DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), sin violentar los derechos humanos de otros migrantes ni fomentar la discriminación.
El fin de la petición es salvaguardar sus derechos humanos, al no condicionar dicha regularización a la aprobación de medidas que fortalezcan la seguridad fronteriza ni a destinar fondos para la construcción de un muro en la frontera con México.
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También, que no establezca obstáculos legales para la reunificación familiar, ofrezca a los dreamers estatus migratorio condicional después de un tiempo razonable de estancia en Estados Unidos y les ofrezca la residencia legal permanente después de haber cumplido los requisitos legales establecidos, mismos que deberán ser razonables y tener en cuenta sus circunstancias de entrada, la duración de su estancia y consideraciones relacionadas con su situación familiar.
La CNDH reconoce que los jóvenes afectados por la terminación de DACA son parte de la fortaleza de Estados Unidos y ahora enfrentan un futuro incierto que amenaza su proyecto de vida. Si bien por el momento existe una suspensión provisional de dos jueces federales a la terminación del citado programa, ésta es temporal y los dreamers requieren una solución estable y duradera prevista por ley.
Con información de La Silla Rota