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Gumaro, el "hombre rojo" que no quiso dejar el periodismo

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La esposa del periodista Gumaro Pérez Aguilando le pidió, una y otra vez, dejar el oficio y dedicarse a otra cosa, pero el se rehusó.

Acayucan, Ver.- Durante el último año, la esposa del periodista Gumaro Pérez Aguilando le pidió, una y otra vez, dejar el oficio y dedicarse a otra cosa, pero él se rehusó, el periodismo le gustaba.

Con 10 años de matrimonio y un hijo de seis, la idea de la ahora viuda era abrir un restaurante en el que ambos pudieran laborar.

“Me daba un poco de temor por el trabajo, yo le decía ya deja eso por lo que pasaba a los periodistas, que dejara eso tiene como un año y que buscara otro empleo”, cuenta al viuda Adelina Mendoza.

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Yo le decía que abriéramos un restaurancito, me ayudas le dije, vamos a trabajar los dos, a mí me gusta trabajar, su mamá cocina muy rico y el chiste es que dejes eso y estemos tranquilos”, relató.

Gumaro Pérez tenía poco más de 15 años ejerciendo el periodismo, comenzó en el Diario Acayucan, donde cubría la fuente policíaca. Con cinco años de trayectoria conoció a su pareja y procrearon un hijo que estudia el primer grado de primaria.

Al joven de 34 años le apodaban “el hombre de rojo”. “Le pusieron el hombre de rojo porque andaba en esas notas y entonces él se vestía de rojo y andaba en su moto, lo hizo como un personaje para darle mayor publicidad al periódico”, recordó su esposa.

Pérez Aguilando también laboró para el Diario El Mañanero de Oluta, Liberal del Sur, Diario de Minatitlán y una estación de radio de Coatzacoalcos. Además, trabajaba en la Dirección de Comunicación Social del ayuntamiento de Acayucan y fundó el periódico la Voz del Sur, que recientemente era publicado en internet.

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“A pesar de que ganaba un poquito más como funcionario, él no dejaba su carrera de periodista, él inició ahí y era lo que le gustaba”, expresó su esposa.

Las últimas horas las pasó junto a su hijo en un festival navideño que tuvo lugar en la primaria Rafael Aguirre Cinta.

Gumaro llegó puntual para el festejo e incluso, decidió quedarse con su pequeño, pues su esposa iba a retirarse antes y pretendía dejarlo al cuidado de otro familiar.

“Me salí y mi hijo se salió con sus compañeritos fuera del salón, lo abracé, le di un beso porque yo ya me iba, y en eso escuché los disparos, pero pensé que eran cohetes que algún niño había llevado al salón.

Se quedaron varios niños en el aula, la maestra estaba dentro, él estaba sentado dentro, ahí se quedó, pero pues ya ahora sí que dios sabe cómo hace las cosas, porque mi hijo en ningún momento vio morir a su papá”, manifestó.

El homicidio, según reportes oficiales, ocurrió a las 11 de la mañana de este martes 19 de diciembre. Un par de horas más tarde, el Gobierno de Veracruz condenó los hechos en un texto de 60 palabras. En tanto, el acceso a la escena del crimen fue restringido con cinta color amarillo con la leyenda “prohibido el paso”. Sus familiares, amigos y compañeros esperan el sepelio para luego darle cristiana sepultura.

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Avc