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Ser madre de desaparecido e investigadora en Veracruz
Xalapa, Ver.- María de Jesús recuerda una madrugada de enero de 2016, cuando su hijo cumplía cuatro meses desaparecido. Ella puso su computadora sobre el burro de planchar y retomó el rastreo de Carlos David Bautista López. Sin saberlo, esa noche sería el parteaguas para dar con las personas que lo privaron de su libertad.
En un sitio de internet María de Jesús descubrió que Olga Hebe Jiménez Noya, exnovia de su hijo y hasta ese momento la única sospechosa por su desaparición, se casaría con José Oscar Sánchez Tirado, exdirector general de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
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El miércoles 20 de septiembre, tanto Olga Hebe como Sánchez Tirado, fueron imputados por su probable participación material e intelectual en la desaparición forzada de Carlos Bautista, cuyo paradero aún se desconoce. Por este delito también fueron detenidos seis policías que hasta el martes 19 de septiembre permanecían activos en la SSP, bajo las órdenes de Jaime Téllez Marié.
Tras la desaparición de su primogénito, María de Jesús registró durante dos años indicios que la juez Alma Aleida Sosa Jiménez aceptó como pruebas y concedió un año de prisión preventiva a los ocho imputados por este crimen de lesa humanidad.
“Es mi hijo y su desaparición me dolió mucho. Yo dije que nadie me lo iba a quitar tan fácilmente. Sé leer y escribir y eso fue suficiente. Lo más difícil fue que me hicieran caso las autoridades”, comparte María de Jesús e introduce a la historia de una madre, víctima indirecta en Veracruz.
La desaparición
Carlos David Bautista, de 31 años, fue visto por última vez el 15 de septiembre de 2015. Aquel día recibió una invitación de Olga Hebe Jiménez Noya -su exnovia- para celebrar el cumpleaños de ella en la ciudad Xalapa. Él aceptó, se despidió de sus padres y de su hermana y partió de Veracruz abordo de su motocicleta.
Carlos ya no regresó a casa y dejó de contestar llamadas en su celular. Testigos refirieron que el joven había sido privado de su libertad por policías de la SSP, frente al domicilio de Olga Hebe Jiménez, ubicado en la colonia Unidad del Valle calle Ángel Carvajal, número 134.
María de Jesús López denunció la desaparición el 24 de septiembre de 2015. Olga Hebe se presentó a declarar como testigo, sin embargo, lo hizo para desmentir la versión de los testigos, y señaló a una tercera persona de sexo femenino como responsable.
La madre desconfió de las declaraciones de Olga Hebe -la última persona que convivió con su hijo- y comenzó una búsqueda en páginas de internet, así como de campo en sus días de descanso.
Carlos David y Olga Hebe se conocieron en septiembre de 2014, él era agente de ventas en la agencia de motos Suzuki, con sede en Xalapa, y ella ahí trabajaba como edecán. Salieron algún tiempo, se hicieron pareja y vivieron dos meses juntos en el domicilio de la colonia Unidad del Valle.
“En abril de 2015 Carlos me la presentó y me pareció una chica agradable, de vez en cuando platicábamos”, recuerda María de Jesús.
Ya como pareja, Carlos y Olga tuvieron problemas económicos. Ella entonces anunció que regresaría a su empleo como “dama de compañía” sic. “Nos contó que el trabajo le daba buen dinero y que no iba a hacer otra cosa que acompañar a políticos a eventos importantes. Nosotros aceptamos”, compartió la entrevistada.
Tras la desaparición, María de Jesús se entrevistó con Olga Hebe, “Al principio contestaba los mensajes, pero luego de su declaración fue vista a bordo de autos tipo BMW y finalmente supe que se mudó al estado de Sinaloa”.
“Dios me envió una señal que tanto le pedí”
Una madrugada de enero de 2016, a María de Jesús el insomnio la levantó de su cama. Ella se acomodó en un rincón del colchón y puso su computadora sobre el burro de planchar. En internet encontró el anuncio de la boda de Olga Hebe con Óscar Sánchez Tirado, quien ya era un alto mando de la SSP.
“Yo esa noche le pedí a Dios una señal y él me mandó esa prueba que sería contundente”, refirió María de Jesús.
La madre aprendió a redactar oficios y solicitó a la Fiscalía General del Estado (FGE) la sábana de llamadas de Olga Hebe Jiménez. El resultado fue revelador, el 15 de septiembre de 2015, días de la desaparición ella llamó a números de policías de la SSP, siendo el más frecuente el de Óscar Sánchez Tirado.
A partir de ese día, María de Jesús comenzó a armar el rompecabezas de la desaparición de su hijo, pero con sus descubrimientos llegaron las amenazas mediante llamadas telefónicas. Al menos seis ocasiones fue advertida, “Ya no lo busques. Ya no va a aparecer. Te tenemos vigilada”, voces que en ningún momento la detuvieron.
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La desaparición forzada
De acuerdo con señalamientos de la Fiscalía en la audiencia inicial, llevada a cabo el 20 de septiembre de 2017, Carlos David Bautista López fue privado de su libertad el 15 de septiembre de 2015 entre las 7: 22 y 7:50 horas afuera del domicilio de Olga Jiménez Noya, por instrucciones de Óscar Tirado Sánchez.
Con base en la carpeta de investigación UIPJ/DXI/15/174/2015 en el sitio se apersonó el exdirector de reclusorios acompañado por dos de sus escoltas José Guadalupe "N" y Rafael “N".
La víctima, en contra de voluntad, fue ingresado en un vehículo Nissan color blanco y posteriormente llevado hasta una propiedad de Sánchez Tirado, ubicada en la comunidad La Mancha, municipio de Actopan. El vehículo arribó al lugar alrededor de las 8:15 horas.
Sánchez Tirado ingresó al predio y ahí permaneció al menos dos horas. Posteriormente se retiró. En el lugar permanecieron los seis policías, uno de ellos aún prófugo. Y desde ese día el paradero de Carlos David Bautista es desconocido.
“Lo más difícil es convencer a las autoridades”
Han pasado dos años desde que María de Jesús perdió la pista de su hijo. Indignada, aseguró que las pruebas que el pasado miércoles 20 de septiembre sirvieron para detener a ocho presuntos criminales, también fueron ignoradas por las autoridades de la Fiscalía veracruzana.
“La relación entre Olga Hebe y Oscar Sánchez Tirado, las sábanas de llamadas y otros elementos que conseguí que no puedo decir porque está el juicio en proceso, no fueron considerados por las autoridades”, agregó la madre.
Aseguró que sus descubrimientos los entregó a diferentes autoridades, entre ellos a María Aurea Cortés García, entonces Fiscal Especializada para la Búsqueda de Personas No Localizadas.
“Ella contestaba que se investigaría a estas personas, que ya merito iban a proceder, que solicitarían las órdenes de aprehensión, pero nunca pasó”, abundó.
En septiembre de 2016 –a un año de la desaparición- la madre solicitó la copia de la carpeta de investigación a la FGE. La carpeta estaba vacía. No había diligencias registradas en torno al caso de desaparición forzada.
“Desde ese día aprendí que los servidores pueden decir muchas cosas pero si no lo integran mediante escritos a la carpeta de investigación no sirve para nada”, cuenta la mujer.
El próximo martes 26 de septiembre, a las 12 horas, se llevará a cabo la audiencia de vinculación a proceso donde l donde se determinará su situación legal de los hoy detenidos. María de Jesús es consiente que se encuentra a mitad de un camino, que tiene como meta la justicia y el derecho a conocer la verdad.
“Hoy tengo a los responsables de la desaparición de mi hijo en la cárcel. Sí, necesito que los sentencien pero también que me digan donde me lo dejaron. Mientras de nada me sirven ellos”, sentenció la madre.
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