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Iliana Rojas, la empresaria secuestrada y asesinada en Orizaba

  • Miguel Ángel León Carmona
“No sé qué pensaba la gente que se llevó a Iliana, los ingresos de ella y de mi primo no eran tan altos como para pagar un millón de pesos".

Xalapa, Ver.- Meseros del restaurante Castañeda describieron a Iliana Rojas Arizmendi como una “jefa que nunca les negó un taco”; mujer entregada a su esposo y a su hija de nueve años, a quienes vio por última vez la noche del 12 de septiembre, atados de pies y manos a unas sillas, mientras ella era sustraída del negocio familiar a punta de pistola.

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Este martes 19 de septiembre los empleados se reunieron con familiares y amigos de la empresaria orizabeña para despedirla en el panteón Juan de la Luz Enríquez. Al grito de “Ni una más” condenaron su muerte, la número 170 en nueve meses del año 2017, en el gobierno encabezado por Miguel Ángel Yunes Linares. 

“Recordaremos a Iliana como una madre amorosa, como una mujer amigable, sonriente, querida por muchos y que gustaba de bailar salsa”, compartieron allegados a La Princess, como era llamada en vida de cariño.

“No sé qué pensaba la gente que se llevó a Iliana, porque los ingresos de ella y de mi primo no eran tan altos como para pagar un millón de pesos”, compartió un familiar temeroso; invadido de zozobra al igual que otras víctimas indirectas que habitan el corredor industrial de la zona centro de Veracruz, dominado por el Cartel de los Zetas.

El hombre relató que el pago por el rescate de Iliana Rojas se entregaría el 15 de septiembre (en un plazo de 72 horas), en un sitio a las afueras de Orizaba. Pese al esfuerzo de la familia por completar la cantidad exigida el acuerdo no se cumplió.

El domingo 17 de septiembre de 2017 el cuerpo de la restaurantera fue encontrado en estado de descomposición, entre cañaverales de la comunidad La Lagunilla, municipio de Ixtaczoquitlán, a unos 15 kilómetros del lugar que fue privada de su libertad. 

De acuerdo con los reportes periciales, la víctima de 34 años de edad fue sometida a diversas prácticas de tortura, estaba maniatada de pies y manos y su identidad se logró con la ayuda de una identificación abandonada en las inmediaciones.

Han pasado seis días del hallazgo del cuerpo de Iliana Rojas, desde entonces el restaurante Castañeda no ha abierto sus puertas. La venta de conejo adobado y barbacoa de hoyo en la calle norte 3 se suspendió por tiempo indefinido. Los meseros comprenden la situación y llevaron flores al cortejo fúnebre.

Los asistentes al cementerio municipal gritaron unísono “Ni una más”, la consigna se emitió a unos metros de la tumba de Mariluz Reyes Jiménez, otra orizabeña que fue privada de su libertad en marzo de 2017, y su cuerpo apareció repartido en bolsas de plástico en la comunidad de Zoquitlán Viejo, también en el municipio de Ixtaczoquitlán.

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“¡Ya basta!”, exigieron los deudos a las autoridades del gobierno estatal, que a seis días de los hechos no ha confirmado el crimen, ni ofrecido recompensa, como en otros casos, por el paradero de los responsables.

De poco sirvió el reclamo de un familiar de la empresaria orizabeña al ejecutivo estatal, “Invito –al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares- si tiene valor de responder a los ciudadanos, al velorio de mi cuñada murió víctima de secuestro a pesar de que se pagó el rescate, que venga de la cara”, escribió en su cuenta de Facebook.

Orizaba, zona de riesgo para las veracruzanas

El crimen de Iliana Rojas Arizmendi, consolidó a Orizaba y sus alrededores como una zona de riesgo para las mujeres. De acuerdo con el proyecto "Asesinatos de mujeres y niñas por razón de género. Feminicidios en la entidad veracruzana”, el corredor conformado por los municipios Río Blanco, Orizaba e Ixtaczoquitlán suma 10 asesinatos entre enero y agosto de 2017.

Las víctimas más recientes fueron Luz del Carmen A. R., y Karen Yamel R.A. de 40 y 20 años respectivamente, ambas fueron encontradas el 24 de junio de 2017 en el interior de sus recámaras, estaban maniatadas y presentaban huellas de tortura. El crimen se cometió en la colonia Abelardo L. Rodríguez, a 900 metros del restaurante Castañeda.

El pasado 20 de junio, en Río Blanco, una mujer de 35 años aproximadamente, fue asesinada a golpes y su cuerpo fue abandonado en un paraje de la colonia Agraria.

En el mismo municipio, el 06 de abril de 2017, María Luisa Domínguez Pantoja, de 47 años de edad, fue asesinada por su esposo a puñaladas. Familiares de la víctima señalaron que ya había registros de celos y violencia intrafamiliar.

El 03 de marzo de 2017, Mariluz Reyes Jiménez fue privada de su libertad y posteriormente asesinada presuntamente por su pareja sentimental. El agresor desmembró a la víctima y sus restos los abandonó en bolsas de plástico en un barranco de la comunidad de Zoquitlán Viejo, Ixtaczoquitlán.

Otro crimen que consternó a los orizabeños se practicó el 18 de noviembre de 2016; el cuerpo de Vanessa López Atilano, de 19 años de edad, fue hallado sepultado en el patio de la casa de su expareja. La joven estaba reportada como desaparecida desde el 23 de septiembre de ese año.

Eusebio Rivera Tapia, ex novio de la víctima, confesó su culpabilidad, argumentando que fue motivado por celos, sepultó los restos debajo de una cisterna, a mitad de su jardín. El agresor fue delatado por los albañiles a cargo de dicha obra, quienes reportaron olores nauseabundos en el sitio. El agresor fue capturado el 21 de noviembre de 2016 en Santa Ana Atzacan, Veracruz.

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