"Todo mundo piensa que fue el atropellamiento y ya se acabó, pero todavía está pasando. Los están buscando (a los autores) y nos dicen que no salgamos. Esto no se ha acabado, está ocurriendo y hay pánico", dice José Luis Salazar, mexicano residente en Barcelona.

En entrevista con La Silla Rota, José Luis, originario de Culiacán, Sinaloa, relata el pánico y la incertidumbre que se vive después del atentado terrorista en Las Ramblas, que ha cobrado la vida de 13 personas y dejó a más de 90 heridos.

Terror y angustia vivieron las personas que estaban en Las Ramblas

"Estamos todos en casa, pegados a las televisiones para estar atentos de lo que sucede, esto no se ha acabado", reitera.

Su esposa Monserrat García, ciudadana española fue quien vivió de cerca estos hechos criminales: su oficina se encuentra a dos cuadras de la zona.

Monserrat y 12 compañeros de trabajo más tuvieron que quedarse en la oficina, ubicada en el centro de Barcelona, asustados, sin poder reunirse con su familia, rodeados de ambulancias, patrullas y helicópteros en el aire.

A partir de las 7:30 de la noche lograron salir del edificio, en grupos de dos o tres personas para no correr algún peligro, pero todo estaba desértico.

José Luis agregó que Barcelona siempre ha sido pacífica; sin embargo, sabían que como todas las grandes ciudades en Europa podía ser blanco de un ataque terrorista, y este jueves así fue.

"En parte, la gente ya se lo esperaba porque en esta época hay muchos turistas, era esperado que podía pasar algo así. Y cuando escuchamos lo de la furgoneta, pensamos sin dudar que se trataba de un atentado", lamenta.

José Luis es mexicano, pero radica en Barcelona. Junto a su esposa Monserrat relatan el pánico vivido en la ciudad española

El mexicano y su esposa aguardan en su casa que las autoridades arresten en su totalidad a los autores del ataque terrorista, porque toda la ciudad de Barcelona se encuentra en pánico, alertados por el sonido de las sirenas.

José Luis llegó a Barcelona hace cinco años, con su esposa Montserrat. Desde 1998 vive en Europa; primero llegó a Inglaterra a estudiar una especialidad para la ingeniería en Telecomunicaciones y después en Irlanda.

Por otra parte, Daniel Ortega trabaja en un restaurante de Barcelona, específicamente cerca de la iglesia de la Sagrada Familia, uno de los puntos más visitados en la ciudad. Sin embargo, esta tarde tras el atentado comenta en entrevista con La Silla Rota que el ambiente es triste y las calles están semi vacías.

Con respecto al centro de Barcelona, Daniel declara que la zona está totalmente cerrada, pues ahí no hay comercios, bares o restaurantes a excepción de los hoteles que están comenzando a abrir.

En cuanto a las fiestas y actividades lúdicas que ocurren en la ciudad española, han avisado que las discotecas, bares, lugares donde se realicen conciertos, proyecten películas o eventos en general, están suspendidos. Asimismo, la Fiesta en el Barrio de Gracia, que es visitada por miles de personas en la noche, fue suspendida.

Información de La Silla Rota

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