Coatzacoalcos, Ver.- Una empleada de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) decidió no liberar a decenas de tortugas lora que nacieron en el municipio de Coatzacoalcos debido a que la situación se salió de control cuando familias que se dieron cita en la playa se percataron de que la servidora pública sólo permitía a sus parientes que se acercaran y participaran en el espectáculo natural.

Los hechos acontecieron alrededor de las 19:00 horas, pese a que la liberación estaba programada a las seis de la tarde. Adultos y niños se aglutinaron para observar detrás de la cinta de acordonamiento que fue colocada.

Sin embargo, la empleada de Profepa -identificada como Rocío Nava- llegó acompañada de varios menores de edad, quienes incluso llevaban en brazos los recipientes en los que se encontraban los reptiles.

Poco a poco, algunos de los asistentes cruzaron la cinta de precaución mientras el resto les reclamaba por acercarse a ver los animalitos. El ambiente fue de tensión y gritos hasta que la trabajadora de Profepa decidió que ninguna tortuga sería liberada.

La dama tomó los trastes y junto con los menores que la acompañaban se retiró a bordo de un vehículo tipo Jetta color blanco que dejó estacionado sobre el malecón costero a la altura de la avenida 16 de septiembre.

Trascendió que por estos hechos la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) levantará un acta, pues la dependencia puso el asunto en manos de Profepa desde que fueron rescatados los huevos que dejó una enorme tortuga en las playas de la localidad.

Más tarde, se dio a conocer que la liberación se efectuó cuadras adelante con un selecto grupo de personas.

Avc

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