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Familias y uniones gay, una batalla por los derechos humanos

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A pesar de los fallos de la SCJN, hay que librar una batalla legal para tener acceso a estos derechos humanos reconocidos en otros estados.

Xalapa, Ver.- Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se pronunció por los matrimonios igualitarios, el concubinato entre personas del mismo sexo y familias homoparentales, en Veracruz hay que librar una batalla legal para tener acceso a estos derechos humanos reconocidos en otros estados.

El ejemplo cotidiano es Jorge, quien hace diez años vive en unión libre con su pareja gay y no puede tener acceso a derechos sociales, o de Leonardo, quien junto con Oscar, decidieron ser padres, y convertirse en una de las primera familias homoparentales.

Ambos han librado batallas jurídicas y estigmas sociales para enfrentar su orientación sexual y su vida en pareja.

El amor se expresa de muchas formas, familia homoparental

Cuando Oliver ahora de tres años, pregunte porque sus padres son dos hombres, Leonardo ya tiene la respuesta: El amor puede expresarse de muchas formas.

En 2012 Leonardo y Oscar se casaron en el Distrito Federal, llevan 14 años juntos y con el apoyo de la hermana de Leonardo, quien prestó su vientre, se convirtieron en una de las primeras familias homoparentales con certeza legal en Veracruz.

El camino de esta familia ha sido complicado legalmente, para lograr el acta de nacimiento del pequeño Oliver Santiago tardaron cerca de seis meses, más los costos de un abogado, sin embargo socialmente han logrado ser aceptados.

Leonardo quien anteriormente era presidente del movimiento Orgullo Veracruzano, reconoce que la travesía para este pequeño apenas comienza, ya que en cuanto entre a la primaria se podría enfrentar al bullying y la discriminación, para paliar esta situación será apoyado por un circulo de psicólogos que lo ayudarán a entender su situación.

“Vivimos en felicidad, alegría, tenemos una vida como cualquier otra familia, las preguntas y dilemas vendrán cuando viene a la primaria, y aquí en la capital estamos más avanzados y nos aceptan”.

Para Oliver quien ahora está en el Jardín de Niños, sus papás Layon y Oscar, son sus superhéroes, sabe quién es su madre y no hace más preguntas por ahora: “Es un niño sano y feliz, sin problema alguno y cuando llegue el momento de las preguntas, la respuesta será simple: “Son nuevas formas de vivir, decidimos tenerte, y esto es amor, y tarde o temprano lo va a entender”.

Leonardo y Oscar están casados por bienes mancomunados y comparten la guardia custodia de su pequeño, quien dice está siendo preparado para enfrentar situaciones y preguntas sobre su familia.

Una relación que no se reconoce legalmente

Se conocieron hace diez años, hace cinco decidieron vivir en unión libre, desde entonces forman una feliz y estable pareja, con responsabilidades, pero ningún derecho legal, pues la ley lo impide.

Oficialmente viven un concubinato, lo que normalmente daría derechos a la pareja de acceder a condiciones de matrimonio, tener acceso a la seguridad social y a pensión en caso de muerte, sin embargo estar unidos y ser del mismo sexo, les impide un acceso a derechos fundamentales.

Jorge pone un ejemplo claro de las fallas en la ley: Hace dos años tuvo que ser operado de emergencia, la operación le costó casi 30 mil pesos, no pudo acceder al servicio de salud de su pareja (que es particular y gratuito), porque la ley no lo reconoce.

Al vacío legal le suma el estigma social para las parejas gay. Relata que en una ocasión en un hotel les negaron el acceso para quedarse en el mismo cuarto con una sola cama, por ello interpuso una queja ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), pero no obtuvo respuesta.

Para Jorge aceptar su condición de homosexual ha sido un camino atropellado, aunque lo descubrió en la adolescencia, fue hasta los 23 años que decidió aceptarse, la batalla por lograr que su familia acepte a su pareja continúa.

A pesar de saber su orientación sexual, le siguen insistiendo en hacer una familia, en casarse y tener hijos: “Cuando mi mamá se enteró, me dijo que la estaba matando dos veces”.

Con un doctorado en su currícula, afirma que su situación es compleja, pues su familia no acepta su condición, lo que genera conflicto en su vida de pareja, aunque en su círculo social es aceptado sin problema.

Apenas el 17 de febrero de este año, la SCJN declaró inconstitucional la definición legal de concubinato en el estado de Nuevo León, que sólo reconoce a parejas heterosexuales.

La Primera Sala de la Corte concedió un amparo contra el Artículo 291 Bis del Código Civil estatal, que define al concubinato como la unión de un hombre y una mujer que, libres de matrimonio, realizan vida marital durante al menos dos años, lo que abrirá una puerta para estas relaciones, aunque solo a través de amparos jurídicos.

Jorge y su pareja no han pensado en casarse, ni en tener hijos, pero afirma que hay un retraso en las leyes de Veracruz que impiden a personas gay tener pleno acceso a sus derechos humanos, por lo que se hace necesario legislar un reconocer a estas parejas.

“Somos como cualquier pareja con obligaciones y responsabilidades, pagamos impuestos y demás, pero no tenemos acceso a nuestros derechos plenos, lo que es una situación clara de discriminación”, advierte.

Avc