Xalapa, Ver. La iniciativa del gobernador Javier Duarte de Ochoa, de comprometer fondos federales y estatales destinados a infraestructura social para el pago de la sus compromisos bancarios, incrementará la deuda en 5 mil 250 millones de pesos adicionales.

En su columna “Mutatis mutandis”, el investigador de la Universidad Veracruzana, Rafael Arias Hernández señala que “se paga deuda con deuda, alrededor de 22 mil millones de pesos”.

El académico pone en perspectiva el año electoral en el que Veracruz ha entrado, además del llamado “año de Hidalgo”, que explicarían la urgencia de Duarte de Ochoa para conseguir recursos a costa de endeudar más al estado, cuyos pendientes financieros están por llegar a los 100 mil millones de pesos.

Arias Hernández cuestiona en su columna que no se informe de los costos y consecuencias que traerá consigo la supuesta reestructuración, ni las condiciones en las que se pretende recaudar y solventar esos pasivos.

El investigador sentencia en el texto también diversos puntos que quedan en el aire, -además de la información poco clara del monto exacto de la deuda- como la falta de sanción a quienes han llevado al estado a esa condición, que son intocables y además se reciclan en nuevos puestos.

Cuestiona la ubicación de las obras presuntamente ya realizadas con los montos de la deuda bancaria y de valores ya adquirida. Sostiene que el incremento en el impuesto a la nómina será destinado a la bursatilización.

Pregunta también por qué se ocultan importantes aspectos como el tipo y monto de intereses, coberturas y otros servicios. Critica que ahora sí se reconozca que se debe al Instituto de  Pensiones, a la Universidad Veracruzana y a otras dependencias e instituciones, a contratistas y proveedores.

Lo peor: asegura que la reestructuración no va a alcanzar. Y a muchos no se les va a pagar.

Arias Hernández sostiene que es imprescindible, además de informarse,  que la sociedad realice una fiscalización, seguimiento y evaluación pública de los presuntos beneficios que presume el gobernador, como el flujo de recursos que permitirá tener una mejor estabilidad económica y financiera; la celeridad para atender los compromisos que tiene el Gobierno o el impulso para dinamizar la economía.

Sin dejar de lado, destaca, la realización de más obras productivas para atender a los sectores más necesitados de la población, especialmente donde hay condiciones de mayor vulnerabilidad y pobreza.

Urge a vigilar que la medida no signifique más deuda; se logre el incremento de los ingresos federales y se dejen finanzas sanas.

Lo más importante, señala, es asegurar que la medida no significa más deuda para los veracruzanos.

“Importante saber que se cumple y que no, para en su caso reconocer logros y avances. Saber de pérdidas y errores; y señalar retrocesos y fracasos.  Por lo pronto, informarse y participar en lo que, sin duda, se  va a cobrar  por muchos años”.