Veracruz, Ver.- “Tal pareciera que ahí en Veracruz hubiera una total impunidad hacia los periodistas, parece que nunca nadie le va a poner coto”, fueron las palabras del sacerdote y activista, Alejandro Solalinde en su visita al puerto.

Aseguró que el gobierno de Enrique Peña Nieto es un cómplice de esta situación es un estado criminal contra los periodistas y Javier Duarte de Ochoa es el principal criminal, pues hasta el momento  son 14 periodistas perseguidos o asesinados en la entidad.

“Ante ese lobo mayor, JDO, la provincia eclesiástica de Veracruz está viendo los lobos desde la barrera, no hay garantías y la situación se va a empeorar, entre ustedes saben que están expuestos y de nada sirve la ley de protección a periodistas”, afirmó.

Los mecanismos de protección para los periodistas, para Solalinde, han demostrado ser totalmente inservibles, no generan ninguna garantía para los periodistas de la entidad.

Sobre la situación de los migrantes, el activista conocido a nivel internacional aseguró que el sicariato obligado del que son víctimas los centroamericanos, tiene a muchos en las cárceles.

“Duele mucho que en Veracruz, una situación tan grave como es la de los migrantes, la desaparición de jóvenes y personas, el sicariato forzado, Veracruz sigue siendo un centro donde ocurre esto, hay que decirlo, es una fábrica de desaparición de personas”, explicó.

Recalcó que la entidad funciona como una jerarquía que sigue un ambiente específico, liderados por un “lobo mayor”, mientras que “los pastores” de los grupos sociales observan desde la barrera.

El padre aseguró que la entidad sigue teniendo muchos puntos que se han convertido en fosas clandestinas, la mayoría de ellos, son conocidos al menos por los obispos y sacerdotes que han escuchado el testimonio de los migrantes, sin embargo prefieren no revelar la ubicación.

“Esta gente va a desaparecer evidencia, y no tenemos esperanza de hacer justicia, mientras haya Pri gobierno, no se hará justicia”, aseguró.

Señaló que cada vez se enteran de más casos, sin embargo esperarán, esperanzados, a que en algún momento, llegue al país un gobierno que sí esté interesado en sacar todo a la luz y hacer justicia por los miles de desaparecidos.