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Jóvenes de México entre desigualdad y marginación
En México al menos tres por ciento de los jóvenes de 15 a 29 años de edad no han concluido la educación primaria, mientras 1.3 por ciento son analfabetos o sólo cursaron prescolar.
De acuerdo con los datos recabados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el contexto del Día Internacional de la Juventud, de 29.9 millones de personas que se ubican en ese grupo de edad se estima que 42.2 por ciento cursaron algún grado de secundaria y 30 por ciento de jóvenes de entre 20 y 24 años tienen estudios universitarios.
Al respecto, José Antonio Pérez Islas, coordinador del Seminario de Investigación en Juventud de la Universidad Nacional Autónoma de México, destacó que 30 años después de que la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebró el primer Año Internacional de la Juventud, lo único que se ha logrado es una participación cada vez más importante de los jóvenes, aunque no por los canales institucionales.
En lo político y en el mercado laboral, explicó, caminan, pero en los espacios no formales de las instituciones. Esto se detecta en los niveles de violencia que se observan en la sociedad. Una sociedad que es violenta va a generar juventudes violentas. Y es preocupante no sólo que sean víctimas y victimarios, sino el estado en que van a encontrar al país cuando sean mayores.
El Inegi destaca que en 2013 fallecieron 34 mil 509 jóvenes, lo que representó 5.6 por ciento de las defunciones totales. Sin embargo, 53.1 por ciento de esas muertes fueron catalogadas como violentas, pues 28.7 por ciento fueron por agresiones, 17.2 por accidentes de transporte y 7.2 por ciento por lesiones autoinfligidas.
Pérez Islas agregó que tres décadas después de que se conmemora y se reitera la importancia de los derechos de los jóvenes, este sector enfrenta una restricción cada vez más evidente de los espacios institucionales donde pueden expresar sus ideas.
Estamos volviendo a discursos muy adultos, muy formales, tanto en la forma como en los contenidos. Estamos escuchando discursos del control, de la represión, y esto no deja nada a nadie, ni siquiera a quienes desean ejercerla.
Pérez Islas destacó que los jóvenes enfrentan una sociedad con pocos recursos, pero también muy mal distribuidos. La desigualdad, señaló, es uno de los graves problemas que enfrenta el país, situación que afecta a este sector de la población, pero también de forma intergeneracional.Tenemos generaciones de jóvenes cada vez más fragmentadas y separadas. No se conocen unas a otras y esto va a generar juventudes más intolerantes.
En cuanto a la educación, destacó que si bien es uno de los campos donde se han alcanzado mayores avances pues, en promedio, en una década se avanzó en tres años de escolaridad adicionales, se refiere a una visión global, pero se ocultan grandes procesos de desigualdad. Seguimos teniendo jóvenes analfabetos, problema que debería estar erradicado, es decir, seguimos con factores de desigualdad.
Consideró que México aún tiene muchos retos que responder. La inclusión de más jóvenes en el narco,no porque quieran, sino porque no tienen otra opción, es un problema que debería dejar sin sueño no sólo al gobierno, sino a la sociedad en su conjunto.
Agregó que a nivel socioeconómico, los mismos de siempre son los que siguen perdiendo. Y a los que les va bien, así continúan. Y en materia educativa, sostuvo, se enfrenta un grave problema de calidad.
Hoy tenemos menos jóvenes que demandan servicios educativos, como en el bachillerato, debido a que un gran porcentaje se salen de la escuela porque no les interesan las cosas que están llamados a hacer en las cinco o seis horas que permanecen en las aulas. Es una generación que no le ve sentido a estar en la escuela.
http://www.jornada.unam.mx/2015/08/13/politica/002n1pol