Poza Rica, Ver.- Comunidades del Totonacapan y la Huasteca están amenazadas por la aplicación de la fracturación hidráulica, prueba de ello es que en Papantla ya se perforaron 172 pozos con esta técnica, señalaron los integrantes de la Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio Huasteca-Totonacapan (Corason), que surge como parte de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

Alejandra Giménez, de la red de los derechos humanos y Alianza Mexicana contra el Fracking, destacó que las comunidades del Totonacapan y las huastecas hidalguense, veracruzana y potosina se organizan para defender el agua y tierra.

Es por ello que el 20 y 21 de junio se realizará el “Encuentro regional norte-golfo por la defensa del agua y el territorio frente a proyectos de muerte”, en la comunidad Emiliano Zapata del municipio de Papantla, en donde se espera establecer acuerdos en contra del fracking.

Dicho encuentro marca la creación oficial de la Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio Huasteca-Totonaca (Corason) que es un frente de la sociedad organizada que busca proteger a la población, tierras, ríos, ecosistemas, culturas y territorio en cinco estados en donde se contempla la aplicación del fracking.

Resaltó que en el 38 por ciento del territorio totonaco se aplicará esta técnica, mismo que enfrenta ya afectaciones, principalmente por la baja producción en campos agrícolas registrada en los últimos años, aprovechando la ignorancia de muchos campesinos.

Destacaron que con la aplicación del fracking hay proyectos de trasvase e hidroeléctricas en las cuencas de los ríos Panuco, Tuxpan, Cazones, Tecolutla y Bobos-Nautla; termoeléctricas; decenas de gasoductos; y proyectos de monocultivo.

Indicaron que la paraestatal (Pemex) informó que desde el año 2003 la zona norte se ha visto afectada por el fracking y a nivel nacional se han perforado al menos 924 pozos, de los cuales 349 están en la entidad veracruzana.

Reiteraron que el fracking es incompatible con las actividades agrícolas y ganaderas de la región, pues compite con los principales medios de subsistencia, el agua y la tierra, además de que generan mínimos beneficios económicos a la población, debido a que las empresas trasnacionales son las que controlan tanto la adquisición de mano de obra como la dotación de servicios a sus trabajadores.