Amatlán, Ver.- (AVC) La violencia se ha convertido en un nuevo factor de migración para veracruzanos en los últimos tres años, que se suma a las condiciones de pobreza y  la idea de alcanzar el sueño americano, reveló el Padre Prisciliano Peraza García, director del Centro Comunitario de atención al Migrante y Necesitado, en Altar, Sonora.

De visita en Veracruz para el 20 aniversario de Las Patronas, señaló que  al albergue, llegan entre 100 y 200 veracruzanos “Veracruz siempre está en tercer o cuarto lugar en migración que llega hasta el albergue”.

 El municipio de Altar, en Sonora, es la última parada para miles de migrantes que pretenden cruzar ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos.

Según los boletines estadísticos de migración de la Secretaría de Gobernación, durante 2014 más de 11 mil 900 veracruzanos fueron repatriados a la entidad, luego de ser detenidos por la patrulla fronteriza en Estados Unidos, de este número mil 500 eran mujeres.

“De unos tres años para acá, ellos hablan de la pobreza y la violencia en sus pueblos, antes migraban porque buscan mejores situaciones de vida, ahora dicen que la violencia los espanta y por eso migran”.

Afirmó que es urgente reorganizar al país para crear fuentes de empleo en los lugares de origen, para garantizar el empleo y la seguridad y no obligar a los mexicanos a migrar.

Sobre la política migratoria en Estados Unidos consideró que solo se han creado paliativos que solucionan problemas menores, pero no van al fondo del problema ni garantizan el respeto a los derechos humanos.

Reconoció que ahora ya no migra “el que quiere, si no el que puede”, pues cada vez los filtros son más violentos y no todos “aguantan” el cruce.

“Se ha vuelto un sistema de violencia que todo mundo se aprovecha y lo golpean de todas formas”, dijo.