Córdoba, Ver.- (AVC) La reforma Migratoria protege “intereses de otro tipo” menos los de los migrantes para que tengan un paso seguro por territorio mexicano, expuso Julián Verónica Fernández, párroco de Amatlán y responsable provincial de la Pastoral del Migrante de la Iglesia Católica en Veracruz.

Aseguró que quienes buscan llegar a la frontera norte siguen siendo víctimas de la delincuencia y de atrocidades como violaciones y asesinatos por lo que muchos han optado por improvisar nuevos caminos alejándose de la ruta de la “bestia”, pero con ello también se alejan de la red de ayuda humanitaria.

En entrevista sostuvo que entre Oaxaca y Medias Aguas los migrantes siguen siendo vejados y prueba de ello es que un salvadoreño fue testigo de la violación y degollamiento de una mujer y un centroamericano a manos de delincuentes.

Ante ello desistió de seguir su camino al norte del país y pidió a la parroquia de Amatlán su apoyo para un retorno seguro: “No lo mandamos con Migración porque el proceso de repatriación es tardado, se le brindó el apoyo a través de la red de ayuda humanitaria de la Iglesia católica”, afirmó el párroco promigrante.

Advirtió que los puntos de mayor peligro para los centroamericanos siguen siendo Oaxaca y la zona de Medias Aguas, en el sur de Veracruz, donde se siguen cometiendo atrocidades contra los migrantes.

Dijo que ha disminuido mucho el flujo migrante en la “bestia”, pero eso no quiere decir que no estén pasando los migrantes, anteriormente pasaban entre 200 y 400 migrantes en el lomo del tren, ahora sólo son 50 o menos, también en parte corresponde a que ya viene el fin de año, es común que en esta temporada opten por no salir y evitar así las bajas temperaturas.

Julián Verónica apuntó que por desgracia la reforma a la Ley Migratoria no impacta en un paso más seguro para los hermanos centroamericanos;  pues esas políticas no han sido lo que se esperaban, la ayuda que se pretende dar es para los migrantes de origen, no los de paso, de Centroamérica. “Nosotros somos paso forzoso para los hermanos, esto no se tiene tan considerado”.

El entrevistado señaló que los Obispos ya advirtieron que ante la violencia hacia los migrantes éstos buscan nuevas rutas y se exponen a peligros mayores, a situaciones lamentables,  por lo que se debe poner atención de manera urgente, porque el flujo migratorio ya incluye a menores de edad, embarazadas y familias enteras, que huyen de la violencia,  inseguridad y la pobreza de Centroamérica.

En lo que va del año, precisó, la Iglesia de Amatlán y el grupo Vive Migrante han brindado apoyo a unos 200 migrantes, entre menores y adultos que vienen muy lastimados, heridos o requieren atención sicológica por la violencia sufrida en su caminar hasta la zona central del estado, muchos deciden no acudir a Migración para ser repatriados, buscan un mecanismo más ágil como el que brinda la red de ayuda humanitaria de la Iglesia Católica.