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Lo ocurrido en Ayotzinapa, crimen de estado: preso político del 68
Xalapa, Ver.- El luchador social y miembro de la izquierda mexicana José de Jesús Martín del Campo, dijo que la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa, Guerrero significa “el retorno y la restauración de funcionarios autoritarios, de una política de exclusión, y de la criminalización de la protesta y la inconformidad”.
“Se trata de un crimen de estado, así denominan la justicia internacional a la persecución continua, la ejecución de personas desarmadas, el disparar ciegamente a población, cuando hay cadena de mando”.
En entrevista sobre los hechos ocurridos contra los estudiantes normalistas, uno de los líderes más importantes del movimiento estudiantil de 1968, dijo que en esta agresión como en la del 68, predomina la estigmatización de los jóvenes estudiantes.
“En este evento hay un encadenamiento, una lógica que este régimen ha continuado de los dos anteriores (Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa), en el sentido de estigmatizar a los estudiantes de las normales, pero en especial a las rurales, en el sentido de estigmatizar a la educación pública, para que se desprestigie al magisterio en su conjunto.
“Todo eso crea un ambiente negativo que ha permitido, sobre todo en lugares donde además hay presencia del crimen organizado vinculado a políticos, crear un ambiente de licencia para matar, para desaparecer, algo muy similar a lo del 68”.
Martín del Campo, quien fue preso político y perdió un hermano en el Halconazo del 71, dijo que para él, lo ocurrido en Ayotzinapa, Guerrero “se parece al 68 porque entonces se creó un clima de estigmatización del estudiantado. En 1968, en un hecho aparentemente ajeno, sucedió la matanza de una comunidad llamada las Canoas, donde un cura alentó la agresión a unos jóvenes, solo por su apariencia juvenil”.
“Guardados los pequeños detalles de contexto, sí hay un ambiente muy negativo de estigmatización a los profesores de educación pública del país que están inconformes con las reformas, y por otro lado a los estudiantes de las normales, en especial de los de Ayotzinapa, y eso ha creado un ambiente de licencia para matar, para desaparecer”.
Sobre la actitud que han asumido las autoridades, Martín del Campo, comentó que “se trata de administrar la repuesta sobre donde están los desaparecidos, de verdad sería grave que no supieran donde están, y grave sería también, que sabiendo no lo esclarezcan, porque a mayor administración política del asunto, por criterios políticos equivocados, mayor indignación va a surgir”.
“La mirada del gobierno está siendo equivocada, a mayor número de días, de que se piense en enterrar esto, dado el nuevo contexto de que hay medios, no se va olvidar va a crecer la información”.
Resaltó que a diferencia del 68, ahora hay canales de comunicación e información que podrían menguar la posibilidad de que los hechos queden impunes.
“No hay que perder la capacidad de respuesta, en los jóvenes hay buena respuesta, desde distintos niveles, desde la expresión de solidaridad con los padres, hasta presionar al gobierno que son los responsables de que no tengamos la información y el esclarecimiento de los hechos, por duda política, por control político, control de daños”.
“Yo creo que debemos continuar con la presión social ante el cinismo, la indiferencia, y la idea de controlar la situación antes de dar cauce a la justicia”.