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La literatura es poderosa, los débiles somos los autores: Rushdie

El autor de "Los versos Satánicos", reconoció el papel primordial de los periodistas en el mundo, y dijo, "debemos protegerlos".

Xalapa, Ver.- “La vida diaria nos hace ver al mundo como algo normal, ordinario, y lo que el arte puede hacer es eliminar esa capa polvosa, y hacernos ver el mundo como algo extraordinario”, fue una de las ideas que Salman Rushdie expuso, durante la charla con Gaby Wood, que tuvo lugar en el marco del Hay Festival Xalapa 2014.

Más tarde, en una conferencia de prensa, comentó que el tiempo en donde corrió peligro su vida ya quedó atrás, “hace como diez años que ya terminó eso”: “las palabras escritas sobre una hoja de papel, a veces, muchas veces, resultan más poderosas que todos los esfuerzos que se han hecho para agredirlas”.

“La poesía de García Lorca ha tenido este efecto, ha resultado más poderosa. La poesía de los autores soviéticos, aunque muchas de sus obras fueron destruidas, fueron más entrañables que la unión soviética.

“La literatura es poderosa, los débiles somos los autores. Es fácil tomar el cuerpo de uno, torturarlo, asesinarlo, por eso debemos concentrarnos en salvaguardar a los autores, porque la obra, como quiera sobrevivirá”.

Rushdie dijo que esto no sólo sucede con escritores de novela sino con los periodistas, "se les considera blancos específicos, en mucha zona de batalla,  y si ellos no estuvieran ahí, cumpliendo con su deber, nosotros no sabríamos nada. Esa es una profesión heroica, y tenemos que buscar la manera de proteger a estas personas".

Durante la charla en el teatro del estado "Ignacio de la Llave", que lo recibió con un fuerte aplauso, Rushdie deshiló varias anécdotas entorno a  Carlos Fuentes,  quien en una ocasión lo puso al teléfono con Gabriel García Márquez, por 45 minutos, y donde desfiló el idioma Inglés, Español y Francés.

Contó como una cena con  Mario Vargas Llosa, y Guillermo Cabrera, se convirtió en  la asistencia a una conferencia sobre Fidel Castro, “donde Cabrera parecía que estaba loco, y habló toda la noche, mientras Vargas Llosa y yo, sólo nos mirábamos”.

También, habló de cómo fue que gracias a su padre y a su madre que se volvió un contador de historias, de la cualidades que ve en la ficción y el realismo mágico. Y, habló de los paralelismos que existen entre América Latina y la otra parte del mundo.

La actividad de contar, una enfermedad genética

“Mi madre sabía todo sobre todo mundo, sabía de la ropa sucia de todos, y como toda la gente así, ella no podía resistir el chismeártelo, decírtelo. Mi madre siempre estaba ahí, hablando de los vecinos, y del tipo de educación que tenían. Y de repente me decía: “no, no, no, ya no te voy a decir más porque si no lo vas a plasmar en tus libros”.

Por otra parte su padre, contó, lo introdujo en la fantasía, en el almacenamiento de la literatura.

“Eso fue una manera de enamorarme de la actividad de contar cuentos, de niño amaba los libros, y eso tiene que ver con mis padres, que me infectaron con historias, con cuentos, yo lo considero una enfermedad genéticamente transmitida por mi madre y mi padre”.

Sin embargo, reconoció que aprender a ser un escritor es algo que toma mucho tiempo, “yo lo hice después de mi segundo libro publicado, pero en realidad tuve otros tres libros que no fueron publicados, que afortunadamente nunca fueron publicados,  porque fueron  tres terribles, mal escritos por mí”.

Rushdie  dijo que si la preguntaran ¿Cómo le gustaría pasar los próximos 12 años? ¿Si lo haría tratando de lograr algo muy difícil, sin garantía de que llegar a ser bueno en eso?, “pues tal vez no me lanzaría, pero algo de este joven que yo era, fue muy determinante”.

“En un principio yo vivía en Londres, estaba alejándome de mi lugar de infancia, del lugar donde yo nací: Bombay, y no me gustó la sensación. Entonces, pensé que yo tenía que hacer algo grande, una especie de reconocimiento, una manera  de decir esto me pertenece y yo pertenezco a ella, eso es parte de mí. Y entonces, empecé a escribir  una novela”.

“Yo creía tener memorias muy vividas de Bombay, de mi infancia, de los años 50 y 60, y pensé que esto sería una menar de reencontrarme a mí mismo. Y yo tenía una idea un poquito loca de que yo había nacido 8 días antes de que terminara el Imperio Británico. Y yo sentía que eso significaba algo, y entonces, me di cuenta con algo de terror, que si iba a escribir la historia del niño que era gemelo de un país,  tenía que hablar de ambos, y descubrir eso me tomó cinco años”.

“Cuando eres un joven escritor debes pasar por todos estos proceso de descubrimiento, hasta que sepas quién eres, y entonces ya sepas que decir”.

Una llamada en tres idiomas con Gabriel García Márquez

“Nunca conocí en persona a Gabriel García Márquez, pero en una ocasión  tuve la oportunidad de hablar con él, por teléfono. Carlos (Fuentes) me dijo que era una locura que nosotros nunca hubiéramos platicado. Se fue al otro cuarto, hizo una llamada a la Habana y me dijo, hay alguien en la línea que quiere hablar contigo.

Salman Rushdie relata que aquello fue una “extraordinaria conversación con Gabriel García Márquez, porque no le gustaba hablar inglés, entendía más de lo que él podía hablar, y mi español era terrible, podía entenderlo un poco, y después entró el francés en común, y tuvimos esta conversación trilingüe

“Lo más bonito es que no hubo un problema de lengua, simplemente platicábamos, él era una persona muy generosa, muy bondadosa.  Fue una conversación de 45 minutos”.

“Gabriel García Márquez, Borges, etc., fueron autores que se volvieron importantes para mí, me mostraron cosas que yo hubiera querido hacer, a mi manera. Cualquier escritor te puede decir que hay escritores que te abren la puerta, y te dicen, puedes irte por aquí”.

“Conocí a Mario Vargas Llosa, cuando era joven y vivía en Londres, y él me invitó a cenar porque yo había escrito un comentario de Guillermo Cabrera, le gustó, y me dijo que fuera a cenar con él,  a cenar y conociera a Cabrera, que estaba también viviendo en Londres.

“Y fue raro porque estaba, como loco (Cabrera), era como excéntrico,  toda la noche se comportó como una persona loca, y entonces, Mario y yo casi no hablábamos, pero él estaba hable y hable, sobre todo porque alguien había cometido el error de hablar de Fidel Castro, de sacar a la luz estas palabras, y poom, que despega, empezó a hablar como una hora, y yo creo que fue como una conferencia de Fidel”.

 “Cuando yo empecé a leer a los escritores latinoamericanos nunca había estado tan cerca de américa latina, y cuando estuve, primero en Nicaragua y luego en muchos otros países, me di cuenta que en realidad es algo muy raro, Latinoamérica es rara, ustedes son raros. Tienen su forma particular.

 “Yo provengo de un lugar muy raro y por eso yo sentí una afinidad de inmediato con este lugar, porque es como la rareza pero como en otro idioma”.

Un paralelismo entre la India y América Latina

Salman Rushdie  dice que si uno observa el mundo: India y América Latina, “puedes observar muchos ecos, para empezar ambos son lugares donde la religión es muy poderosa y forma parte de tu vida diaria, la gente cree que te va a llegar un milagro en tu vida diaria”.

En estas dos partes del mundo, continúo,” hay gran pobreza y no solo una gran pobreza sino también, un gran bolso entre los ricos, también, en ambas partes del mundo existe una historia colonial, con diferentes poderes coloniales, pero ambos con una historia muy fundamental de la colonización.

En ambas partes del mundo hay una ciudad y un pueblo, la vida urbana  es una y la vida rural es otra, y las dos son raras. En India también tenemos sacerdotes corruptos, generales corruptos, políticos corruptos, toda su corrupción en español nosotros la tenemos, pero en 15 o16 lengua.

Rushdie   dijo que en la actualidad el mundo se está encogiendo, y cada vez, una historia ocurrida en la India y otra ocurrida en América Latina están conectadas.