- Mundo
Su padrastro la violó y obligó a casarse con él
La mañana del 31 de enero del 1997 parecía una mañana cualquiera para la pequeña Rosalynn McGinnis, de 12 años, hasta que fue interrumpida en su escuela primaria en Poteau, Oklahoma, en Estados Unidos.
Henri Michelle Piette, padrastro de Rosalynn, ordenó a uno de sus hijos que fuera por la menor a la escuela, le aseguró que se encontrarían con su mamá, pero todo era mentira.
El padrastro llevó a Rosalynn a un hotel dos horas lejos de casa, luego escaparon, la niña de 12 años había sido secuestrada, el infierno comenzaba.
Henri era un hombre violento, cuando mantuvo una relación sentimental con la mama de Rosalynn, este abusaba de la menor cuando ella apenas tenía nueve años, tres años atrás, mientras que su madre era brutalmente golpeada.
Henri, junto con sus tres hijos biológicos, más Rosalynn, escaparon a México. El secuestrador dijo a la triada de varones que McGinnis sería su nueva mama.
En tierras mexicanas, la menor de 12 años fue obligada a cortarse el cabello y a pintárselo de rojo, le pusieron lentes, a la vez que le cambiaron el nombre, para que no la reconocieran.
Como lo hacía cuando estaba con su madre, Rosalynn fue abusada sexualmente por Henri, ahora todos los días.
No solo eran las agresiones sexuales, también las físicas. Era golpada con rifles, bates de béisbol, botellas y hasta tablas. En más de una ocasión, Henri le rompió algún hueso.
Al año siguiente, cuando ella apenas tenía 13 años, Henri la obligó a la niña a casarse con él en una ceremonia ilegal, misma que ofició uno de los hijos del depredador.
Dos años después, a los 15 años, Rosalynn tuvo su primer parto, ocho ocasiones más se sumarian, para dar un total de nueve embarazos frutos de las constantes violaciones de Henri.
Por años estuvieron moviéndose entre territorio mexicano y estadunidense. E incluso, volvían a Oklahoma para escribir cartas, enviarlas a su familia y hacerle creer a las autoridades que nunca se fue de su estado natal.
Alcohólico y drogadicto, Rosalynn y sus nueve hijos eran obligados a mendigar en la calle para sobrevivir.
Para que no escaparan cuando mendigaban, Henri los obligaba a ella y a sus hijos a reportarse con él cada hora. Rosalynn también tenía prohibido mantener conversaciones con la gente.
Pasaron 19 años del plagio para que Rosalynn y sus hijos pudieran escapar, una ocasión que Henri se desmayó de tanto tomar alcohol.
En ese momento se encontraban en Oaxaca. McGinnis tenía solo un par de amigos, una pareja extranjera, quienes sospechaban de la relación de Henri y Rosalynn.
Cuando escaparon, esta pareja los ayudó a contactarse con las autoridades consulares estadunidenses en Oaxaca, luego, en julio de 2016, lograron llegara a las oficinas del consulado de Estados Unidos en Nogales, Sonora, en México.
Al año siguiente, Henri Michelle Piette fue detenido cuando acudió a la embajada a renovar su pasaporte.
Dos años después de su escape, Rosalynn McGinnis relató los detalles de su infierno a la revista People.
Sin embargo, no fue hasta el pasado 10 de junio cuando Henri fue sentenciado a cadena perpetua.
Durante el juicio, el fiscal de los Estados Unidos Brian J. Kuester aseguró que solo el valor y coraje de Rosalynn lograron que escapara de "un reinado de terror".
"La víctima sufrió dos décadas de horrorosos abusos por parte del acusado. Su valor la llevó a escapar y rescatar a sus hijos y permitió que los investigadores y fiscales buscaran justicia en su nombre. En última instancia, su coraje terminó con el reinado de terror del acusado".
Brian J. Kuester se dijo consiente de que la pena no puede curar las innumerables heridas provocadas por Henri, sin embargo, se trata de evitar que este haga más.
[relativa1]
[relativa2]
[relativa3]