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Líder de Movimiento Ciudadano, dueño de casa donde explotó narcolaboratorio
Aaron Ibarra
Sinaloa. La tarde del 4 de abril, en el domicilio marcado con el número 926-A de la calle Topacio, del fraccionamiento Bonanza, fue extinguido un incendio, y según la clave catastral 007-000-041-039-314-001, el inmueble pertenece al dirigente del Partido Movimiento Ciudadano (MC), Mario Ímaz López.
Pero el comunicado 629/17 de la Procuraduría General de la República (PGR) indica que se aseguró el inmueble, en cuyo interior había sustancias químicas y diversos objetos, y que, según la dependencia federal, era utilizado como laboratorio para la elaboración de drogas sintéticas.
Dentro del domicilio, ubicado justo frente al Tribunal de lo Contencioso Administrativo, fueron localizados 45 kilogramos de una sustancia solida cristalina y 105 litros de una sustancia líquida viscosa color café, ambas, según la PGR, al parecer metafetamina.
Entrevistado al respecto, el líder de MC y exdiputado local por su partido en la pasada legislatura, admitió que el inmueble sí es de su propiedad, aunque no tuvo nada que ver con la renta del mismo, la cual, según explicó, se efectuó mediante un corredor de bienes raíces.
—En un documento catastral aparece que (el inmueble) está a tu nombre, entonces quería platicar contigo del tema. Fue un domicilio donde fue ubicado un narcolaboratorio, recientemente…
—Mira, lo que pasa es que estoy en México, no estoy en Culiacán.
—¿Y lo tenías rentado o cuál es la situación de ese inmueble?
—No sé, mira, yo vi… yo hablé cuando sucedió eso, yo vi a la PGR pero es imposible hacer un narcolaboratorio ahí porque no hay ventilación, lo que sí había eran cubetas y algunos indicios de que pudieron comprar y almacenado cosas ahí y lo que se quemó fue un tanque de gas.
Además de los restos sólidos y líquidos de lo que según la PGR sería metanfetamina, se hallaron 40 litros de acetona, seis coladores, siete recipientes, dos ollas, tres refrigeradores rectangulares y otros objetos utilizados en narcolaboratorios como hieleras y recipientes.
Esa tarde del 4 de abril, elementos del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Culiacán sofocaron las llamas de la casa habitación después de una llamada de emergencia; el siniestro se debió a la fuga en un tanque de gas LP.
El documento del Instituto Catastral del Estado de Sinaloa señala que el inmueble tiene un valor catastral por 635 mil 343.75 pesos, y fue adquirido por Mario Ímaz, según explicó él mismo, durante el inicio de la década pasada a la empresa Homex, fraccionadora del sector ubicado al norte de la ciudad.
—¿Y a quién se lo rentabas ese lugar, Mario?
—Ese lugar se rentó a una persona, a un corredor, una corredora.
—¿Cuál es el nombre de la corredora?
—Es que mi mamá se encarga de eso, espérame… te voy a investigar, si me mandas un whatsapp te mando los datos de la corredora y su teléfono.
—¿Y desde cuándo lo tenías rentado el lugar?
—Desde el día 6 (de marzo); el problema es que no se rentó, el problema es que firmó contrato y todo, dio 7 mil pesos de anticipo pero no se le entregaron las llaves.
Actualmente el inmueble está asegurado en relación a la carpeta de investigación FED/SIN/CLN/0000741/2017 de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR, y en la zona, a pesar de ser en su mayoría habitacional, hay también oficinas inmobiliarias y de servicios, y a unos metros, el estadio de futbol y las oficinas corporativas de Homex.
El posible ‘cuatro’
Luego de hablar con investigadores de la PGR, la versión de Mario Ímaz es que supuestamente fue un “cuatro” o una emboscada, ya que el lugar, según insiste el político, no pudo ser un narcolaboratorio, sino más bien un almacén.
“La PGR me dijo que no se puede hacer nada aquí porque incluso el patio está techado, está cerrado y el portón eléctrico de afuera pues no fluye el aire como es debido y aparte sería una apeste encabronada. La PGR anda viendo si fue un cuatro eso, no…”
—¿A qué te refieres con un cuatro?
—Sí, porque la persona (que rentó el inmueble) dio documentación de donde trabajaba y estaba en verificación; dio un amarre, firmó un contrato y quedó después de ir a dar los otros 7 mil pesos, los 7 mil pesos de anticipo no se nos entregaron porque se los entregaron a la corredora y ella se cobró a lo chino, que luego que entraran los otros siete nos los iba a dar.
Sin embargo, la versión de Ímaz López es diferente a la de la corredora de bienes raíces, quien vía telefónica reveló que la transacción sí se completó y que las llaves del inmueble fueron entregadas a la persona que le fue rentado.
La identidad de la persona a quien le fue rentado el inmueble no fue proporcionada por la encargada de la transacción, sin embargo, Mario Ímaz, vía mensaje de teléfono celular, envió una copia de una credencial de elector con la identidad de la persona a la que supuestamente le fue rentada la propiedad, pero esta información no pudo ser corroborada.
Mientras tanto, la investigación a cargo de la PGR continúa, y sobre la calle Topacio del fraccionamiento Bonanza, la actividad volvió a la normalidad, a la calma: los corporativos, las oficinas, el tribunal, y el domicilio, con sellos de asegurado.
Con informaicón de Río Doce