Salido de un cuento de hadas

  • Alma Espinosa
El veracruzano Adolfo Córdova se aventuró a crear una escritura derivada de cuentos de hadas.

¿Alguna vez se preguntaron de dónde habrá salido el gato del cuento de “Alicia en el país de las maravillas”? ¿Cómo consiguió sus alas el mono del Mago de Oz? O ¿cuáles habrán sido las frustraciones del onceavo hermano cisne al no lograr romper el encanto por completo y conservar un ala de ave?

No hace falta ser niño para imaginarnos las historias alternas de los cuentos fantásticos que conocimos en libros o en el cine. Vaya que se me antoja hacer prácticamente un cuento por cada uno de los personajes de “Alicia en el país de las maravillas”. Serían historias loquísimas como las creaciones de Lewis Carrol.

El joven veracruzano Adolfo Córdova se aventuró a crear algo así como una escritura derivada de los cuentos de hadas reunidos en su libro “El dragón blanco y otros personajes olvidados”, ilustrado maravillosamente por Riki Blanco con el incomparable sello de la colección A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica, que por cierto sigue de plácemes por el 25 aniversario de esta colección que es toda una joya de la literatura infantil y juvenil.

Su libro, ganador del Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015, contiene seis historias “alternas” o, mejor dicho, creadas a partir de personajes secundarios. Este libro es como esos postres que uno va cuchareando poco a poco para que no se acaben. La buena escritura se percibe desde el primer cuento y construye una especie de vehículo mágico que te lleva a crear miles de imágenes que se juntan con los recuerdos de la infancia.

Todas las historias son muy buenas. Me encantó imaginar el cabello color turquesa de la niña y me angustió un poco el viaje del gato en el tren de los pensamientos. Mi historia favorita es la del “Rey Cisne”. Quizá se deba a que siendo niña me impactó la historia de los once hermanos hechizados y el sacrificio de su hermana para liberarlos.

Ya en la adultez, Córdova me enfrenta nuevamente a mi infancia, pero con algunas variantes: la soledad, la dificultad de elegir ser humano o cisne, el amor, la comprensión, la compasión y los sueños.

Los cuentos de “El dragón blanco y otros personajes olvidados” son algo así como las buenas segundas partes de los cuentos. Vale la pena leerlo y ver cómo el escritor sí se atrevió a ir más allá de un simple “qué pasaría si le cambiamos…”. Esta es de las buenas lecturas con que iniciamos el 2017.

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Alma Espinosa

Es originaria del Distrito Federal y desde hace más de una década radica en Xalapa. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Estudió la especialidad en la Enseñanza de la lengua y la literatura en la Universidad Pedagógica Nacional Unidad Xalapa, donde actualmente es docente. Es egresada de la maestría en Literatura mexicana por la Universidad Veracruzana.

Actualmente cursa el diplomado para la Profesionalización de mediadores de lectura por la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco. Es mediadora del Programa Nacional Salas de Lectura del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. Ha impartido talleres relacionados con el tema de la lectura y la escritura, y desde hace dos años es una de las mediadoras que dirige la sala de lectura Equinoccios.

Como periodista ha trabajado en el Instituto Mexicano de la Radio, el periódico U2000. Crónica de la educación superior, y el Departamento de Prensa de la Universidad Veracruzana. Fue gestora cultural en la USBI Xalapa. Actualmente colabora en el área de Comunicación Social del Instituto Veracruzano de la Cultura.