Lo bueno casi no se cuenta… Pero a veces no cuenta mucho
- Eduardo Barrios
¡Felices fiestas y feliz 2017!
Entradas pesimistas para esta última columna de opinión de 2016, me sobran. ¿Quiere que le cuente? bueno; mire usted, el panorama para 2017 es sencillamente desolador en todas las materias, pero siempre tendremos un: “lo bueno casi no se cuenta, pero cuenta mucho” de los “líderes” que tratan de hundirse en sus laureles tan insignificantes.
Bajó el gas, ¡bravo!, pero… ¿qué cree?, volverá a subir entrando el año. Además, de tantas cosas en las que el gobierno podría preocuparse, obviamente se preocupa de aquellas que les represente (cual pensamiento populista) mayor beneficio político.
Las medidas económicas y la política social no le terminan de salir al actual gobierno, todos los “esfuerzos” por mejorar las condiciones actuales del país han caído en desgracia, bueno, hasta el satélite que mandaron al espacio, ¿recuerda? se nos cayó.
No piense usted que se trata de machar algo que usted ya sabe de antemano, el país ha entrado en verdaderas complicaciones que impiden ser tan optimistas para el próximo año y no podemos hablar de otra cosa mientras no surjan verdaderos ciudadanos.
Los que dirigen la economía mexicana han advertido que por vez primera después de varios años de mantener la inflación controlada y con una meta entre 2 y 3 por ciento sugerida por el Banco de México, el año entrante se pronostica un 4 por ciento, lo que representa, sin duda, una mala noticia para todos.
Cálmese que el salario aumentó un 7 por ciento, no sea tan quejumbroso, nadie prospera así, quejándose tanto. Por favor, entre en cordura.
Lo cierto es que, no se puede ocultar la crisis. Vámonos a terrenos internacionales por que hay para comentar: Donald Trump todavía no asume la presidencia de los Estados Unidos y pues sus efectos ya comienzan a sentirse, mediáticos si gusta, pero ya hay, el caso de la Ford y los mensajes vía Twitter del electo presidente norteamericano nos dicen mucho de lo que se avecina en la relación bilateral, que parece golpeará más de un lado.
Ya entrados en el panorama apocalíptico, pues también tenemos la cuenta pendiente del gobierno federal con el caso Ayotzinapa, el piso parece moverse cada vez que la PGR sale a dar declaraciones y anuncia un “aguántame tantito que ya casi”, ¿cuánto más tendrán que esperar los padres y familiares de las víctimas?
Ni para Ayotzinapa ni para Tlatlaya hay justicia todavía, qué podemos decir de los desaparecidos y fosas clandestinas que sigue brotando por todos lados.
Veracruz no canta mal las rancheras y a pocos días de que tenemos un gobernador azul, pues las cosas parecen complicársele, ya hubo feminicidios, más muertos, más fosas clandestinas, seguimos con la crisis y regresamos a la visión paternalista del estado concentrado en la figura de un solo hombre, porque nuestras instituciones simplemente se desmoronan en corrupción compadrazgo y la eterna mediocridad, si, si, herencia de los rojos, pero hubo grandes promesas de campaña y hay que recordarlas, vamos en tiempo.
Finalmente, para dejar de torturar su consciencia cívica tenemos el tema de las gasolinas. Una verdadera provocación lanzada desde el propio gobierno para generar malestar social. Un taxista me comentaba que, en la zona conurbada, con todo y que será “la menos afectada” del país junto con otros municipios, ya se organizan para hacer paros entrando el año.
Las reformas parece que no alcanzan a aterrizar y el país da signos ya, de un malestar que puede durar mucho como derivar, también, en una pronta acción ciudadana.
Todos estos escenarios que le planteo están ligados e impactan definitivamente en todos los aspectos de nuestra vida cotidiana, suben las gasolinas y los servicios se encarece, es más complicado que lo que declaro, pero en términos sencillos, así sucede. El estado de derecho se debilita con aumentos no autorizados de ciertos sectores, en fin, surge la crisis.
Pero no se preocupe, que parte de las decisiones tienen un fundamento y parece que los ojos están puestos en 2018 porque recuerde que tendremos un calendario electoral intenso en México. Aquí, en Veracruz, renovamos gobernador en 2018 y elegimos presidente, varios puestos de elección popular se disputan, no lo olvide.
Los acercamientos entre partidos y las estrategias están en activo, recuerden que en la silla grande un candidato opositor, con un discurso bastante polémico y que genera incertidumbre en diversos grupos de poder, estremece Los Pinos y, una medida estratégica podría disponer complicar el escenario político-social para aquel o, como parte de la preparación del terreno para de repente, soltar un nuevo mesías, ya no tropical; digamos, montañoso. En fin.
Estimado lector, hago un alto aquí para agradecerle su amable lectura y desde luego externarle mi reconocimiento como ser pensante, que, como yo, puede y debe atreverse a imaginar, pensar y opinar. Gracias por su compañía, por su puntual lectura en este primer año que compartimos textos.
Gracias también a e-consulta Veracruz por el espacio, pero fundamentalmente a usted, es mi interés variar los contenidos abordados con la intención de generar polémica o a veces interés con temas novedosos, espero haberlo logrado en este primer año porque en 2017 redoblaremos esfuerzos con nuevos proyectos que sigan alimentando nuestro espacio.
No se olvide de seguirme en Twitter: @EduardoBarrios_, por allá hablamos de todo en digital.
¡Feliz año nuevo!, ya sabe, no hay que perder la esperanza y actuar.