Xalapa, Ver. Cinco municipios veracruzanos se encuentran en la lista de los 400 más violentos del país, donde la tasa de homicidios tenderá a elevarse sustancialmente en lo que resta del año, advirtió Alfredo Zavaleta Betancourt, investigador de la Universidad Veracruzana (UV).

Dijo que el incremento en los asesinatos será el mayor comparado a los cuatro años recientes, con base en las propias estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).

La lista de municipios veracruzanos violentos es encabezada por Poza Rica, seguido de Coatzacoalcos, Córdoba, Veracruz puerto y Xalapa.

El integrante del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales de la UV (IIHS-UV), participó en el ciclo de conferencias "Violencia, comunicación y poder" con el tema "Acercamientos teóricos al estudio de la violencia", en el que destacó que la violencia que se vive y vivirá es equiparable a la que se registró en 2011 a nivel nacional o el propio 2006.

El académico dijo que al ser Veracruz parte de rutas delictivas, no es casualidad el hallazgo de una gran cantidad de fosas clandestinas en las últimas semanas " y hay cosas que por más que se oculten siempre terminan siendo visibles".

Afirmó que expresamente ese tema, "es parte de una crónica anunciada hace muchos años", pues era imposible exentar al estado de una dinámica regional, a la que " alguna vez debíamos darle la cara".

El panorama que vive hoy Veracruz, dijo, es parte de una necropolítica practicada por grupos ilegales "que nos interpela para el fortalecimiento del estado de derecho".

La transición, momento clave

Zavaleta Betancourt señaló que la etapa de transición es un momento clave para reinventar la seguridad de los ciudadanos, hacer ajustes de las reformas a las policías, fiscalías y tribunales.

"Tienen que relanzarse, con compromisos con los ciudadanos", acotó.

Dijo también que el papel de las universidades en esta coyuntura es el de contribuir a la descripción de las dimensiones del problema, así como a sugerir a partir de la comparación de algunas perspectivas teóricas, las estrategias que en otros lugares han sido exitosas para reducir la ola delictiva.

Señaló que también a finales de la administración se buscará " silenciar" a las voces que generan opiniones con respecto al actuar de las autoridades.

"No es gratuito que aquellos actores como estudiantes, maestros, pensionados y periodistas resulten incómodos para quienes prefieren que lo que acontece en el final del régimen se mantenga opaco".