Córdoba, Ver.- (AVC) Aunque hay disposición de las autoridades policiacas para realizar rondines de seguridad en torno a la Catedral e iglesias católicas, por la incidencia de robos agrupaciones pastorales se organizan para crear grupos de vigilancia o en su defecto solventar la contratación de elementos de seguridad privada, para restablecer la tranquilidad en las casas de Dios.

Lázaro Prado Evangelista, párroco de la Inmaculada Concepción, sostuvo lo mismo se da el robo a feligreses mientras oran, que la sustracción de artículos religiosos e incluso el abandono de recién nacidos dentro de las parroquias, tanto en la ciudad como en las iglesias de la periferia.

Reconoció que tras difundir los últimos tres robos sufridos en Catedral, elementos del Mando Único de nuevo han hecho rondines durante las homilías, lo cual se espera sea permanente y sobre todo en los servicios donde hay poca afluencia e incluso cuando no hay misas.

Reconoció que al menos dos empresas privadas de seguridad han ofrecido sus servicios, sin embargo, son costosos: “No descartamos recurrir a ellos, mientras grupos pastorales se organizan y hacen rondines, están plenamente identificados”, dijo.

Es una posibilidad que no se descarta por la necesidad que se tiene, destacó Prado Evangelista al ofrecer rueda de prensa previa a la misa dominical en ausencia del obispo Eduardo Patiño.

Precisó que por el momento ninguna parroquia lo ha hecho por los altos costos que implica el contratar a una empresa privada de seguridad, pero no se descarta que un futuro se tenga que echar mano de esto.

Actualmente sólo la Catedral y la iglesia de San José Obrero cuentan con sistema de video-vigilancia, el cual se instaló hace algunos años.

Mientras es en la iglesia de San Miguel Arcángel en donde los integrantes de las pastorales ya se organizaron y realizan las tareas de vigilancia durante el día, ellos cuentan con un gafete de identificación, asimismo respetan horarios que les fueron asignados.

Se ha comentado, abundó, con las mismas pastorales que pueda crearse un grupo específico de manera voluntaria, por ejemplo, antes había veladores y eso la misma comunidad sostenía ese salario y que ahora sea la misma comunidad pero pastoral la que pague el servicio de vigilancia.

“Podría ser como un trabajador más de la misma parroquia, son medidas que se pueden tomar en un momento dado que implicaría un costo más, sino tan alto como el contratar una empresa, pero sí se contempla”, resaltó.

Y es que un tercer robo se llevó a cabo la semana pasada, cuando a una mujer que asistió a misa le fue robada su bolsa, al final lograron detener al presunto ladrón y quedó a disposición de las autoridades, este hecho se suma a los dos anteriores que ocurrieron la semana antepasada en donde robaron una bicicleta y la cartera de una feligresa.

“En estos casos quién mejor que los mismos sacerdotes para indicar a la comunidad que tome medidas necesarias, ya decíamos la vez pasada, lamentablemente los hermanos maleantes ya no respetan los lugares sagrados por lo tanto estos hechos tristes se pueden seguir dando si no ponemos las medidas necesarias al interior de los templos”, reiteró.

El entrevistado descartó que por el momento se presenten situaciones de amenazas, extorsiones o incluso “levantones” entre la comunidad sacerdotal aunque dijo “no estamos exentos” de que pueda ocurrir en algún momento.

Reconoció que en otros tiempos, quien se iba a imaginar que en las iglesias se requiriera de vigilancia debido a robos, sin embargo los tiempos han cambiado y hoy en día las necesidades son otras, por lo que en las próximas reuniones de la Diócesis tendrán que valorar la situación que sin duda les preocupa y ocupa.