Con una Catedral Metropolitana abarrotada de fieles capitalinos y foráneos, este medio día se celebró la eucaristía en alusión al Domingo de Ramos, decorada con ramas de olivo, hojas de palma y hojas trenzadas en forma de cruces.

La misa inició rociando agua bendita a los feligreses que estaban sentados o de pie en los pasillos de la Catedral, lo que causó que el centenar de fieles levantara sus artículos religiosos para que estos pudiesen ser bendecidos.

Con una nueva dinámica, dos señores, junto con el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, narraron la historia de Jesús cuando fue  traicionado por Judas y aprehendido por los judíos, interpretando a cada uno de los personajes principales de la historia.

Un percance menor ocurrió casi a los 40 minutos de haber iniciado la misa, cuando un joven de aproximadamente 20 años de edad se desmayó debido al congestionamiento que se vivía dentro del recinto eclesiástico.

Esto originó que el joven que vestía de mezclilla y playera negra, fuera recostado sobre la entrada lateral que da a la calle Revolución, donde le dieron a oler alcohol. Posteriormente llegó una ambulancia para recogerlo en camilla y trasladarlo en la unidad médica.

La duración de la celebración dominical que dio inicio a la Semana Santa, se prolongó más de lo normal por el elevado número de feligreses que hizo fila para participar en la eucaristía, teniendo una duración de dos horas, aproximadamente.

Afuera de la Catedral Metropolitana, sobre las escalinatas, decenas de vendedores de ramos con imágenes religiosas se asentaron para vender sus artículos hechos a mano, quienes compartieron que la venta de estos productos se redujeron hasta en un 40 por ciento, debido a que la mayoría de los asistentes, ya acuden con ramo en mano.