• Municipios

Alimentos almacenados entre el drenaje saturado en central de Poza Rica

  • Francisco de Luna
Entre aguas negras por el drenaje saturado, comerciantes almacenan productos en la Central de Abastos de Poza Rica.

Poza Rica, Ver.- La Central de Abastos del Sur de las Huastecas enfrenta una crisis sanitaria que, de acuerdo con comerciantes y trabajadores del lugar, podría derivar en un problema de salud pública para miles de consumidores en Poza Rica y municipios vecinos.

A casi dos meses de la inundación registrada el pasado 10 de octubre, el sistema de drenaje interno continúa sin funcionar adecuadamente. 

Las anegaciones de aguas negras mezcladas con lodo y desechos acumulados rodean bodegas y pasillos por donde diariamente circulan toneladas de productos alimenticios.

Según comerciantes, pese a que reactivaron sus ventas con recursos propios y sin apoyo institucional, las condiciones de la Central de Abastos son insostenibles. 

Un locatario explicó que la mercancía, principalmente frutas, verduras y alimentos perecederos, se descarga y almacena entre filtraciones de aguas residuales que generan olores fétidos y un ambiente que favorece la aparición de enfermedades gastrointestinales.

Central de Abastos en Poza Rica

Aunque la Central de Abastos del Sur de las Huastecas es el punto de distribución más importante de abarrotes y alimentos frescos para la región, son nulas las inspecciones sanitarias municipales y estatales, aseguraron los comerciantes.

Comentaron que debido a la falta de supervisión, los productos continúan llegando a mercados, tiendas y comercios de la ciudad sin que se verifique su manejo higiénico.

Aunque los afectados solicitaron reiteradamente el el desazolve de la red de drenaje y las unidades de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV) acudió en algunas ocasiones a la central, presuntamente los trabajos quedan a medias y la problemática se repite en cuestión de días.

Mientras tanto, la central opera entre charcos de aguas negras y montículos de lodo seco que se convierten en polvo al paso de los vehículos de carga. 

“Solo pedimos que atiendan lo básico: que funcione el drenaje. Ahí empieza la salud de todos”, expresó uno de los locatarios de esta zona ubicada en la zona norte del estado de Veracruz, donde el pasado 10 de octubre el río Cazones se desbordó e inundó decenas de colonias.