Córdoba, Ver.— Adriana Lizbeth Hernández, vecina de la comunidad Cuauhtémoc de Córdoba, lleva nueve días desaparecida. La última vez que fue vista se encontraba en la comunidad de Peñuela, municipio de Amatlán de los Reyes.

Según la información proporcionada por sus familiares, el pasado martes 28 de octubre Adriana salió de su domicilio para dejar a sus hijos a una escuela primaria en la comunidad San Rafael Río Seco, ubicada a unos cinco kilómetros de su casa.

Hernández se dirigiría a Peñuela para realizar algunas compras, sin embargo, desde entonces no se ha vuelto a saber de ella. Su fotografía circula en redes sociales con la esperanza de ser encontrada con vida.

Las desapariciones en la zona central montañosa de Veracruz

La desaparición de Adriana no es un hecho aislado, pues el corredor Córdoba–Orizaba se mantiene entre los puntos críticos del estado de Veracruz por la cifra de mujeres no localizadas, según el Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres (OUVMujeres).

En lo que va de 2025, el organismo ha documentado 624 desapariciones femeninas en Veracruz. De estas, 36 ocurrieron en esta región centro de la entidad, una zona que de violencia y con presencia de grupos delictivos.

De acuerdo con los reportes del OUVMujeres, los municipios con mayor número de desapariciones de mujeres son Veracruz puerto (93 casos), Xalapa (75), Poza Rica (45), Coatzacoalcos (23), Córdoba (23), Papantla (19) y Orizaba (13).

El informe también detalla que julio fue el mes más crítico con 88 desapariciones, seguido de febrero (78), enero (77), junio (76) y marzo (74).

El fenómeno afecta principalmente a menores de edad, con 342 reportes, mientras que 259 corresponden a mujeres adultas y 20 a adultas mayores.

De los 624 casos registrados, 423 mujeres han sido localizadas con vida, 177 permanecen desaparecidas, 16 fueron halladas sin vida, y 185 continúan sin precisar su situación.

Colectivos locales han exigido mayor coordinación entre fiscalías y corporaciones policiales, pues aseguran que los primeros días tras la desaparición son determinantes, y en la mayoría de los casos, las búsquedas oficiales inician demasiado tarde. (BRLH)