Calcahualco, Ver.— Un hombre muerto y varios heridos fue el saldo de un ataque armado la tarde de este viernes 17 de octubre, en los límites de las comunidades Vaquería y El Jacal del municipio de Calcahualco, dentro del Parque Nacional Pico de Orizaba. El hecho se habría originado por un conflicto agrario.

De acuerdo con reportes policiales, la agresión habría sido encabezada por el comisariado de Vaquería, Cate Morales, quien, acompañado por cerca de 20 hombres armados, atacó a los habitantes de El Jacal.

Presuntamente, el ataque se debe a desacuerdos relacionados con el control del territorio y la explotación de la madera que desde hace más de un año enfrentaría a pobladores de la zona alta del volcán.

Durante el ataque, Federico N murió en el sitio. Al menos dos de los hijos de la víctima fueron trasladados con heridas graves a un hospital del municipio de Huatusco.

Testigos afirmaron que, tras los disparos, pobladores de El Jacal organizaron un bloqueo en los accesos carreteros para evitar la fuga de los agresores y resguardar a los heridos. La situación se mantuvo por varias horas.

Personal de la Policía Estatal —de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado de Veracruz—, Guardia Nacional (GN) y Secretaría de Defensa Nacional (Defensa) se desplegó en la zona para restablecer el orden y evitar nuevos enfrentamientos.

El territorio

El Parque Nacional Pico de Orizaba, declarado Área Natural Protegida (ANP) en 1937, abarca más de 19 mil hectáreas de territorio entre Veracruz y Puebla. Con una altitud máxima de 5 mil 636 metros sobre el nivel del mar, es la montaña más alta del país. 

Sin embargo, en los últimos años se ha convertido también en foco de conflictos por la tala clandestina, la disputa de tierras comunales y la explotación ilegal de madera y pastizales.

Habitantes de la región señalaron que desde 2023 se han denunciado incursiones de grupos armados que buscan apropiarse de áreas boscosas para la venta ilegal de recursos naturales. 

A pesar de los reportes, los vecinos aseguran que las autoridades no han intervenido de manera efectiva para frenar la violencia y los daños ambientales. (BRLH)