Veracruz, Ver.- Magdalena Olarte Cruz, originaria de la comunidad de Puente de Piedra, en Papantla, cambió su hogar para acompañar a su hijo Juan Carlos, un menor diagnosticado con Leucemia Linfoblástica Aguda que es atendido en la Torre Pediátrica del puerto de Veracruz.

La madre recibió la noticia el 22 de abril de 2024. Su resiliencia la mantiene de pie junto a su hijo frente a la prueba de vida más difícil a la que se han enfrentado.

Hace un año y cinco meses, madre e hijo tuvieron que dejar el municipio localizado en la zona norte del estado de Veracruz para vivir de forma indefinida en la ciudad porteña. Tras ser diagnosticado, el niño fue ingresado a las instalaciones del Hospital Infantil de la ciudad de Veracruz para que comenzara a recibir su tratamiento oncológico.

El albergue de la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (AMANC) se convirtió en el hogar de ambos. Ahí, reciben alimentación, un lugar para dormir y los medicamentos que el infante necesita cuando el hospital no los tiene.

“Sí, prácticamente mi vida es más aquí en Veracruz que de donde venimos, porque vamos (a Papantla) pero depende cómo se ponga él y de cómo esté la quimio; si es muy, muy pesado para él pues no, evito llevármelo, porque pues sí es es muy lejos donde vivimos, pero si nos la pasamos más en AMANC, que es nuestro nuestro hogar, nuestro segundo hogar”.

La Leucemia Linfoblástica Aguda es un agresivo cáncer que se caracteriza por un desorden maligno en las células que producen la sangre, afecta los glóbulos y plaquetas. Se origina en la médula ósea y es más común en edad preescolar.

De acuerdo con datos del sector salud, la Leucemia Linfoblástica Aguda (LLA) representa cerca del 50 por ciento de todos los cánceres en las y los niños, y aproximadamente el 80 por ciento de las leucemias. 

SÍNTOMAS DE LA LEUCEMIA

Juan Carlos comenzó con algunos síntomas como debilidad, cansancio y plaquetas bajas. Para Magdalena y su familia la noticia fue difícil de digerir.

“El 22 de abril que lo empezamos a notar pálido, como que estaba bajando de peso. Ya no tenía ganas de jugar, entonces, fuimos a un lugar cerca de la comunidad. Ya le tomaron estudios y todo, y fue como nos dimos cuenta que estaba bajo en todo; plaquetas y defensas, y así nos trasladaron de emergencia para acá. Y, desde entonces, estamos en Veracruz”.

Magdalena expresó que el impacto fue grande, ya que es su primer hijo, es único y el padecimiento que le diagnosticaron la hizo cuestionarse muchas cosas. 

“A mí por qué, pero pues gracias a Dios está recibiendo un tratamiento adecuado”.

Una vez por semana, Juan Carlos recibe quimioterapia y cada dos meses tiene que ser internado en el edificio, localizado en la avenida 20 de Noviembre.

El diagnóstico oportuno y el apego al tratamiento son la clave para curar la Leucemia Linfoblástica.

(AA)