Xalapa, Ver.- En medio de una ciudad ruidosa y llena de tráfico, vecinos de la colonia Emiliano Zapata y Buena Vista han creado un espacio considerado como un pulmón verde y lo nombran el Parque la Loma, sitio que se ha convertido en un símbolo de resistencia desde 1990. 

A 35 años, el espacio cuenta con un huerto urbano donde siembran frijol, maíz, plantas de medicinales y árboles frutales. Dicha actividad es considerada por sus promotores como un modelo alternativo que contrapone a una estructura dominante como consumismo.

El espacio de tierra mide alrededor de 2 kilómetros, está ubicado junto al Velódromo Internacional de Xalapa y en varias ocasiones, los gobiernos municipales han buscado ocuparlo para realizar construcciones en el lugar, pero los vecinos se contraponen. 

La ocupación por los vecinos ha ayudado a inhibir los delitos en la zona, se han tejido redes de acompañamiento como grupos de lectura para la niñez y un pequeño huerto urbano, que recuerda que aún es posible tener alimentos directos de la tierra. 

Don Peña: el primer ejidatario en resistencia

Don Peña, como era conocido en la ciudad de Xalapa de 1990, como un ejidatario dueño de muchos kilómetros, entre ellos, lo que ahora es el Parque La Loma. En esos años, los proyectos de urbanización en la capital del estado estaban creciendo y el estado obligó a muchos ejidatarios a vender sus terrenos a precios bajísimos, pero él resistió. 

De acuerdo con los vecinos que ahora visitan La Loma, por muchos años, Don Peña fue hostigado por las autoridades para que les vendieran esas hectáreas, pero él se oponía a convertir su tierra en un plancha de concreto. 

“Él era muy conocido. Fue el único que no convencieron para venderle y fue quien inició esta resistencia” narra Carmen, una de las vecinas. 

En agosto del 2020, vecinos y vecinas se organizaron para defender el espacio que iba a ser usado para un Cuartel de la Guardia Nacional (GN). Se organizaron y se manifestaron de manera pacífica -en al menos tres ocasiones- para evitar que iniciaran las obras de construcción de las instalaciones de la GN en el parque.

No es jardinería 

Durante la pandemia de COVID-19 -en el 2020-, los vecinos buscaron lugares abiertos para evitar el contagio de coronavirus. Las medidas de sana distancia los obligaron a encontrar espacios abiertos como parques y áreas verdes, para poder realizar actividades recreativas. 

En ese año, los y las vecinas empezaron a concurrir al parque La Loma e idearon actividades como círculos de lectura, mercaditos de semillas, entre otras cosas para mantenerse ocupados. La única condición que recibieron de las hijas de Don Peña fue mantener limpio el espacio. 

Fue ahí cuando surgió la idea de un huerto, el que además de funcionar para beneficio de vecinos y vecinas, busca difundir aprendizajes para la siembra de plantas y el autoconsumo; y al mismo tiempo, busca ser un posicionamiento. 

Los vecinos explicaron que un huerto, además de cumplir su función como espacios de producción de alimentos, representa una forma de resistencia y transformación social. A través de la agricultura urbana, se promueve la autonomía alimentaria, la sostenibilidad ambiental y la participación ciudadana, desafiando sistemas alimentarios convencionales y generando espacios de encuentro y aprendizaje comunitario. 

“El huerto no es un capricho de jardinería, nuestro huerto implica posicionarnos políticamente, accionar por un bienestar que va más allá del paisaje”, señala Yadira. 

En el huerto urbano, cualquier persona puede llegar y sembrar una semilla, así como también cualquiera puede disfrutar de las cosechas. Cuando llega la temporada de recoger los frutos o cortar las plantas medicinales, los vecinos permiten que quienes gusten pueden comerlas o llevárselas. 

“Aquí es muy padre porque a veces unos siembran, se van y los demás podemos regarlo y cosecharlo. En la temporada de guayabas es muy bonito ver a las familias bajar con sus bolsas llenas de la fruta, tener estas riquezas de una forma más pura es incomparable“, añade Carlos. 

Resistencia para proteger un pulmón en Xalapa

Aunque el proyecto de la Guardia Nacional fue descartado, los vecinos temen que la saliente administración del Ayuntamiento de Xalapa o la entrante, encabezada por Daniela Griego Ceballos, les quite el predio que administra la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan).

En las últimas semanas han escuchado el rumor que pretenden utilizarlo para la construcción de un hospital en la zona y aunque no se oponen a las mejoras en la infraestructura hospitalaria, los vecinos piden que permanezca siendo un espacio verde. 

Los vecinos piden que se convierta legalmente en una área natural protegida para que de esta manera, el uso de suelo no sea permitido para construcciones. 

“El huerto nos implica un montón de reflexión en torno a la salud, porque sabemos que en el sistema alimentario, las personas o las industrias son los mismos que venden los medicamentos para curar las enfermedades que sus alimentos generan”, añaden. 

Los vecinos señalan que esto también se trata de resistencia la gentrificación ocupando terrenos baldíos o abandonados y transformándolos en espacios productivos y comunitarios.