La última vez que Miguel Gallardo habló con su hija Janet y su pequeña nieta, Alanna Michelle, fue por videollamada la noche del pasado domingo 27 de julio.

Madre e hija, desde la ciudad de San Pedro Garza García, Nuevo León, le prometieron al abuelo que lo visitarían en agosto en San Andrés Tuxtla, Veracruz, de donde eran originarias; sin embargo, el viaje ya no fue posible. Horas más tarde, un incendio acabó con la vida de ambas.

El joven Rodrigo Agustín Pucheta, esposo de Janet y padre de Alanna, también falleció a causa de las graves quemaduras que sufrió. En total fueron tres las víctimas mortales del siniestro.

Los hechos ocurrieron alrededor de las 5:30 de la mañana del pasado lunes 28 de julio, en la calle 2 de Abril, casi esquina con Hidalgo, de la zona centro de San Pedro Garza García.

El lugar donde ocurrió el incendio eran cuartos de renta. En unos de ellos vivían padre, madre e hija. Janet y su hija murieron por inhalación de humo, mientras que Rodrigo fue trasladado de emergencia a un hospital de Monterrey, debido a las graves quemaduras. Más tarde, el joven también perdería la vida.

Las autoridades del estado de Nuevo León abrieron una carpeta de investigación sobre los hechos. Una de las hipótesis apunta a un posible corto circuito.

Durante la mañana del mismo lunes 28 de julio, la familia de Rodrigo le dió la lamentable noticia a Miguel Gallardo. El hombre, de oficio campesino, no lo podía creer porque horas antes había tenido una videollamada con su hija y su nieta.

“Se comunicó la hermana del difunto, de mi yerno, con su mamá y ya ella nos dió la noticia. Ya te imaginarás, el corazón destrozado porque prácticamente habíamos tenido una videollamada el domingo por la tarde-noche con ella, con la niña, y ya el lunes nos enteramos de la muerte. Y fue difícil de creer”.

El campesino dijo que se quedó en promesa la visita que la familia realizaría a su natal San Andrés Tuxtla para el mes de agosto. 

“La última vez que hablé con ellas fue la noche del domingo y todavía lo tengo presente en la mente. Hicimos una videollamada con la niña y pues ellos iban a comprar a un centro comercial para lo que ellos ocupan y me dijeron que más tarde se iban comunicar conmigo, pero lamentablemente ya no fue posible”, dijo el abuelo.

Miguel Gallardo contó que su hija acababa de cumplir 16 años y su nieta, tenía apenas dos años. Ambas eran menores de edad cuando murieron.

Madre e hija se fueron a vivir a San Pedro Garza García, cabecera municipal de Monterrey, en Nuevo León, en busca de una mejor vida. Dejaron el Cerro de Las Iguanas para acompañar a Rodrigo, a quien le habían ofrecido un mejor empleo como repartidor.

“Todo bien, tenían una vida tranquila los tres”, expresó Miguel Gallardo.

Tras el accidente, los tres cuerpos fueron enviados a la morgue para la respectiva identificación por parte de sus familiares y proceder al traslado a su lugar de origen.

De regreso a casa

La mañana de este miércoles 30 de julio, dos días después de la tragedia, desde la ciudad de San Pedro Garza García, el abuelo ofreció una entrevista mientras comenzaba con los trámites para el levantamiento de las actas de defunción y proceder a traer, vía terrestre, los cuerpos de sus seres queridos hasta Lo Tuxtlas y darles sepultura.

Para el campesino fue una misión casi imposible hacer el viaje hasta Nuevo León, debido a los gastos económicos. 

Su situación se dio a conocer a través de algunos medios de comunicación, generando empatía en la ciudadanía que lo apoyó con aportaciones económicas y así, consumar el viaje de trámites. 

"El gasto es bastante. De hecho, gracias a Dios y a la población que sí nos han apoyado con ayuda económica. Pero si es algo, una cantidad grande”.

Indicó que quien pueda y tenga la posibilidad de apoyarlo económicamente puede hacer la respectiva aportación al número de cuenta 4169160899808506 de BanCoppel, a nombre de Rosalba Cagal Martinez.