Los niños migrantes sin compañía que cruzan México hacia Estados Unidos enfrentan inseguridad, violencia y exclusión en su camino, expuso un reciente estudio de Save the Children y Plan International.

El análisis se basó en 155 entrevistas realizadas entre noviembre de 2024 y febrero de 2025; los menores provinieron principalmente de México, Honduras y Venezuela; obligados por la pobreza, violencia y desastres climáticos.

Algunas de las cifras que arrojó el estudio sobre las violencias que enfrentan los niños migrantes sin compañía que pasan por México hacia Estados Unidos son las siguientes.

• 137 mil 275 niños migrantes viajaron solos por México en 2023, según Save the Children
• Hasta junio de 2024, 782 personas migrantes fallecieron o desaparecieron en la frontera México- Estados Unidos: 40 eran niñas, niños o adolescentes, indicó Red por los Derechos de Infancia en México
• Niños entre 7 y 16 años son blanco de violencia sexual, de redes de trata, crimen organizado y extorsión

Además de la constante inseguridad y exclusión, los infantes sin compañía usualmente padecen de riesgos físicos como hambre, frío o enfermedades varias. Su número aumentó considerablemente: de 69 mil 488 niños migrantes en 2019 a 137 mil 275 en 2023, informó el Instituto Nacional de Migración (INM).

El pasado 21 de marzo, la administración de Donald Trump, presidente de Estados Unidos, anuló contratos que tenía con organizaciones que brindaban representación legal a menores no acompañados.

Save the Children y Plan International pidieron al gobierno mexicano fortalecer la protección a los niños, garantizar acceso a educación y salud mental, así como crear alojamientos seguros.

No encuentran la seguridad que buscan

“Los niños no encuentran seguridad al cruzar la frontera; enfrentan más miedo y pérdida de tiempo”, subrayó Reena Ghelani de Plan International, quien recalcó que la falta de acceso a salud, educación y atención psicológica hace a los menores aún más vulnerables.

Comentó que en el cupo de los albergues no alcanza, las condiciones son precarias y que no es posible la atención a la salud mental para quienes huyen de traumas.

El informe destacó la ausencia de sistemas de protección infantil en México: las ciudades fronterizas carecen de albergues adecuados y los que existen no priorizan las necesidades de los menores, especialmente de las niñas, quienes enfrentan mayores riesgos de carácter sexual y trata.

Las organizaciones del estudio sobre los niños migrante no acompañados denunciaron que las políticas migratorias internacionales como las de Estados Unidos vulnera los derechos humanos de los infantes.

Un ejemplo es la reciente deportación a Honduras de tres niños estadounidenses sin su madre que realizó la administración de Donald Trump el pasado 27 de abril; los procesos legales fueron irregulares y uno de los niños tenía cáncer.

Albergues inhumanos

De acuerdo a testimonios de migrantes de Tapachula, Chiapas, en las instalaciones del INM se enfrentan condiciones precarizadas con detenciones prolongadas, en ocasiones ni siquiera buscan llegar a Estados Unidos solo salir de la ciudad.

“Estamos atrapados”, dijo Patricia Marval, venezolana de 23 años con ocho meses de embarazo y mamá de tres hijos menores de edad, quien permanecía en una choza de una sola habitación de bloques de hormigón.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia de las Naciones Unidas del país (UNICEF) señaló que México funge como un punto de origen, tránsito y retorno, pero carece de una metodología para medir las violencias contra los menores migrantes, lo que dificulta la solución.

Christian Skoog, representante de UNICEF, enfatizó la necesidad de datos desagregados para identificar casos y diseñar políticas de protección. (CAC)