La muerte del papa Francisco, ocurrida este 21 de abril de 2025, a los 88 años, en su residencia de Santa Marta, activó los protocolos de la Iglesia Católica para elegir a su sucesor, a través de un proceso conocido como cónclave.

Este se llevará a cabo en la Capilla Sixtina entre la primera y segunda semana de mayo, 15 o 20 días después de la declaración de la sede vacante.

Su deceso, el cual fue anunciado por el cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrell, marcó el inicio del período de “sede vacante”, durante el cual la Iglesia es gobernada provisionalmente por Farrell. Él se encargará de cerrar las estancias papales y anular el anillo pontificio.

El cónclave reunirá a 135 cardenales menores de 80 años, de los 252 que conforman el Colegio Cardenalicio, explicó un reportaje de la BBC. Entre ellos, los mexicanos Carlos Aguiar Retes, arzobispo de México, y Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, quienes tendrán derecho a votar y que voten por ellos.

El nuevo pontífice requerirá una mayoría de dos tercios, alrededor de 90 votos, para ser el elegido.

El proceso de votación es hermético. Los cardenales deben aislarse dentro de la Capilla Sixtina, y realizar hasta cuatro recuentos diarios de votos, dos por la mañana y dos por la tarde.

Cada cardenal escribe un nombre en una papeleta, y luego la depositan en una urna, no sin antes hacer un juramento solemne, el cual versa: "Pongo por testigo a Cristo Señor, que será mi juez para que mi voto sea dado a quien ante Dios creo que debe ser elegido".

Al cabo de tres días, si no se alcanza la mayoría de votos requerida, se hace una pausa de un día para orar y dialogar.

Al tener el recuento de votos definitivo, las papeletas son quemadas en una estufa especial que se encuentra dentro de la Capilla Sixtina. El humo o fumata negra indica que no hay acuerdo, mientras que la fumata blanca anuncia la elección del nuevo papa, seguida del anuncio “Habemus Papam”, desde el balcón de la Basílica de San Pedro.

En caso de persistir el empate tras varios escrutinios, el camarlengo, es decir, el cardenal gobernador temporal, convoca a los demás cardenales a un ajuste de mecanismo, acotando la votación a los dos candidatos con más votos.

Este procedimiento data de 1241, cuando los cardenales fueron encerrados para evitar presiones externas. En 2013, Francisco fue elegido papa, con más de 90 votos a favor, en sólo dos días.

¿Hay posibilidad de que haya un papa mexicano?

Aunque México cuenta con un significativo porcentaje de católicos a nivel mundial, la académica Ana Luisa Trujillo, señaló en una entrevista con el Financiero que los cardenales mexicanos no figuran entre los favoritos, debido a las corrientes políticas dentro del Vaticano.

El funeral de Francisco está programado dentro de los siguientes cuatro o seis días. Se espera que el ritual sea sobrio, puesto que no quería ceremonias ostentosas.

Su cuerpo estará expuesto por tres días en un ataúd sin tapa en la Basílica de San Pedro y será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor, sólo con la ornamentación “Franciscus”, de acuerdo con lo escrito en su testamento, rompiendo con la tradición de las criptas vaticanas.

Luego de las exequias, comienza un periodo llamado los “novendiales”, en el que se organizarán nueve misas, una por día.