El desencanto de Cuitláhuac

  • Esmeralda Ventura
Tras la algarabía por haber sido gobernador electo, Cuitláhuac García se enfrenta a la dura realidad

Veracruz, estado próspero, ha quedado sólo en eslogan publicitario, ya que, en los últimos diez años, los ex gobernadores Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, se encargaron de sumir a la entidad en una grave situación financiera.

De esta manera, tras la algarabía por haber sido gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez se enfrenta a la dura realidad de recibir una administración estatal con una deuda bancaria de más de 38 mil millones de pesos, heredada por ambos ex mandatarios y reestructurada por Miguel Ángel Yunes.

García Jiménez tendrá que resolver el adeudo de Duarte de Ochoa con empresarios por más de 500 millones de pesos, a quienes tras la protesta hecha a Yunes Linares, prometió liquidarles siempre y cuando acrediten los servicios u obras prestadas, lo que MIYULI ya había planteado.

Asimismo, deberá solucionar el pasivo de la Universidad Veracruzana por 2 mil 400 millones de pesos, producto de retenciones que no se entregaron al SAT durante el Duartismo, y el desfalco también en la era de Ochoa, al Instituto de Pensiones del Estado por 1,700 millones de pesos.

En suma, son más de 80 mil millones de pesos los que el gobernador morenista electo declaró que recibirá como deuda, lo que le complicaría el pago de salarios y aguinaldos a burócratas puesto que el presupuesto asignado solo es de cien mil millones de pesos.

Aunque Miguel Ángel Yunes refutó y mencionó que sólo se heredarán 47 mil millones de pesos de deuda, que no dejará más pendientes financieros, por lo que el gobierno de Cuitláhuac no estará tan "apretado".

“En este gobierno, en 20 meses, hemos bajado el nivel de la deuda de 49 mil millones de pesos a 47 mil millones de pesos, es decir, no hemos contratado más deuda; y lo más importante, bajamos la cantidad de intereses “, aseguró el 10 de agosto en entrevista telefónica a XEU Noticias.

Pero, ante el panorama, no es de extrañarse que Cuitláhuac García acudiera a pedir apoyo al presidente electo, Andrés Manuel López Obrador para aplicar un Plan de Austeridad urgente.

De esta manera, lo primero que hará el próximo gobierno morenista será "apretarse el cinturón": el mandatario se disminuirá el sueldo en 30 por ciento para quedar en 57 mil pesos mensuales.

Mientras que, para secretarios, subsecretarios y directores generales de área, será de 10 por ciento sin compensaciones, lo que significaría un ahorro de más de 12 mil millones de pesos.

Con ello, Cuitláhuac García evitaría una "amarga navidad" a miles de empleados del estado, y tal vez sortearía un primer reclamo a su mandato, pero el daño patrimonial fidelista y duartista seguirá latente.

Por lo que, en estos tres meses, García Jiménez tendrá un gran reto: concretar algo más que un Plan de Austeridad, llegar a su toma de posesión con un proyecto con estrategias definidas que permitan superar el quebranto financiero y dar paso a la prosperidad, lo que Yunes no logró.

Además, el morenista deberá dar continuidad a las acciones legales contra los que generaron el daño patrimonial y evitar que el saqueo al erario público que cometieron Fidel Herrera y Duarte de Ochoa quede impune.

A partir del 1 de diciembre, Cuitláhuac García tendrá que hacer frente a las deudas con empresarios, la UV, el IPE, pero sobre todo tiene el compromiso de cumplirles a los millones de veracruzanos que votaron, bajo el efecto AMLO, con la esperanza de tener mejores condiciones de vida que incluyen principalmente trabajo y seguridad.