Volver

  • Alberto Delgado
Volver, significa dar vuelta, corresponder, pagar, retribuir. Significa también transformar

Una de las palabras que más me han intrigado de nuestro idioma, por nerd, es esa de “volver”. Si usted está igual de ocioso que yo y quiere investigar un poco, seguramente entrará a la página de la Real Academia Española en línea (sí, esos ancianitos que desde España nos dicen qué debemos decir y qué no) y va a encontrar que la tal palabreja que buscamos tiene casi 30 acepciones.

Para empezar, es un verbo. Viene del latín volvére que significa “hacer rodar”, “voltear”, “enrollar” y curiosamente también “desenrollar”. Enrollar y desenrollar. No me imagino el dilema de algún romano antiguo cuando había algo a medio enrollar, digamos unas cuerdas, y su patrón romano (también antiguo) le daba alguna instrucción usando ese verbo. ¿Qué hacía? ¿Enrollaba o desenrollaba las cuerdas? ¿Se quedaba ahí parado viendo?

Volver, amable lector, significa dar vuelta o vueltas al algo, corresponder, pagar, retribuir, vomitar, mudar, torcer o dejar el camino en línea recta, girar la cabeza, entre otras cosas. Significa también transformar (¿quién no recuerda esa gran anécdota de un joven que “volvió” el agua en vino?) pero hay otras definiciones más interesantes. Por ejemplo, me llamó la atención poderosamente una que dice así: “Restar la pelota”. Hay que decir que el diccionario de la RAE en línea no da mucha más información, y usted no me va a creer, pero estuve como media hora imaginándome qué diablos significa “restar la pelota” y por más que me esforzaba no encontraba nada. Hasta que encontré un bonito diccionario de usos, y supe por fin que “restar la pelota” significa en algunos deportes como el tenis, contestar el saque.

Pero es en la definición número 23 que da el diccionario en línea de la RAE, donde se encuentra nuestro interés en esta ocasión: dice la Real Academia Española que “volver” significa “repetir o reiterar lo que antes se ha hecho”, como cuando decimos “volví con la ex”, “volver a empezar” o cosas aún peores, como en este caso: “volví a escribir mi columna”. Así es, amable lector. Después de un inmerecido descanso, Su columna de los lunes ha vuelto y quisiera explicarle un poco el porqué: Resulta que este espacio que amablemente nos otorga este bonito medio de comunicación en línea surgió en plena época electoral, hace un par de años. No fue idea mía, hay que decirlo, y su pretensión es muy simple: se trata de dejar de pensar un poco de todo lo que se escribe en torno a la política y los políticos de nuestro estado, para hablar de lo que sea. Literalmente. En esta columna hemos hablado de revolución, de pambazos, de feos, de películas de terror, del fin del mundo, de los optimistas, los días feriados, las cucarachas, entre otras muchas cosas. Y aparentemente, aún queda mucho de qué hablar.

Aprovechando que otra vez la época electoral y sus spots ya me tienen fastidiado y creo que a usted también, su columna de los lunes regresa con el único interés de aportarle un poquito de descanso y distracción para que vea que no todo tiene que ver con elecciones y candidatos. Tampoco se trata de restarle importancia a nada, sino de darle su justo lugar entre las cosas importantes al juego, la relajación y el sano esparcimiento.

Para bien o para mal, Su columna de los lunes vuelve.

Para finalizar, le voy a recomendar una canción del Maestro Jedi David Gilmour, que grabó con su mítica banda Pink Floyd en 1994, incluida en el maravilloso álbum “The Division Bell”: “Coming Back to Life”. Esta versión forma parte del álbum en vivo “Pulse” de 1995, que es una maravilla. Súbale a sus bocinas y disfrute al gran David Gilmour y a Pink Floyd. Nos leemos el lunes.

Sígame en tuiter, ahí se atienden las quejas y sugerencias: @albantro