El día mundial del perro

  • Alberto Delgado
Los de la banda le pusieron “Groupie”, porque sabían que era la única groupie que yo iba a conseguir

 

El Día Mundial del Perro (21 de julio) pertenece a uno de esos festejos que nos han hecho creer las redes sociales que efectivamente existen o que existen gracias a las mismas redes, como el Día Mundial del Retrete (19 de noviembre), el Día Mundial de la Pereza (19 de agosto, celebración a la que definitivamente me voy a sumar), el Día Mundial del Ninja (5 de diciembre), el Día de los calcetines perdidos (9 de mayo), el Día del Número Pi (Que muy ingeniosamente celebran el 14 de marzo, por aquello de 3.14), o el Día Mundial de la Toalla (25 de mayo).

Buscando arduamente por la red, no encontré por qué se celebra el día del perro un 21 de julio. En España, desde 1996 se celebra el Día del Perro en honor a “Chonino”, un pastor alemán nacido en 1975, quien formó parte de la policía hasta su muerte en acción salvándole la vida a uno de sus compañeros humanos. Murió el 2 de junio de 1983, y desde 1996 los españoles celebran el 2 de junio el Día del Perro.

En México en realidad no celebramos a los perros, a pesar de que somos el país de Latinoamérica con más perros: el 80% de los mexicanos tiene uno. Según INEGI, en 20176, había 18 millones de perros en todo el país, de los cuales solo el 30% tienen hogar y el resto vive en la calle, y el número de perros callejeros presenta un incremento anual de un 20%. Tal vez por eso no sea tan descabellado ni tan absurdo celebrar un Día del Perro. Que al menos sirva para hacer un poco de conciencia del tamaño de problema que tenemos ante nosotros gracias a nuestra irresponsabilidad para con nuestras mascotas.

He tenido tres perros, pero han sido los mejores. Un Gran Danés al que le puse “Rocky” porque siempre he sido muy original con eso de los nombres, y que fue un perro muy impresionante, por aferrado e incansable. Ezequiel es el nombre de mi segundo perro, que ahora vive en casa de los Elfos porque, según mi padre “La casa se ve bien bonita con perro”. Una cruza de pointer y dálmata, un perro muy bello y energético, miedoso y lleno de ganas de jugar, con una ternura interminable y una inmadurez eterna. Le dan miedo los rayos y sale espectacular en las fotos. Pero hoy vengo a platicarles de Groupie, una perra excallejera que adopté.

Hace unos cuatro años fui a una de esas pasarelas de adopciones y quedé flechado por una perra sin raza, con los pelos alborotados y la cara igualita al dragón de “La Historia Sin Fin”. Pregunté por ella y Roberta, la chica que la había rescatado, se encargó de llevarla a casa. No voy a mentirle, amable lector. Uno muchas veces busca una mascota para cubrir soledades, y este era el caso. Debo decir que ha cumplido maravillosamente el cometido. Llegó llena de pulgas, con miedo a otros perros, con esa cara de quien ha pasado por cosas terribles. Las primeras horas en casa estuvo un poco huraña, pero después decidió que mi casa es su casa. Era un día de ensayo de la banda, y esa fue su prueba de fuego: si aguantaba el ruido, se quedaba. Si no, olvidábamos la adopción. La banda empezó a tocar y ella caminó decidida al centro de nuestro lugar de ensayo. Se quedó bien dormida y no dábamos crédito. Los de la banda le pusieron “Groupie”, porque sabían que era la única groupie que yo iba a conseguir.

Groupie es la perra más dócil del planeta, le encanta estar cerca cuando toco la guitarra y se la pasa haciendo corajes con los gaseros y vendedores en general. Se pone feliz cuando llega gente a casa, y es una dormilona profesional. Hace tres años, un 16 de septiembre, se escapó de casa y sufrió un ataque por parte de perros de la calle que por poco la mata. Llegué de madrugada, después de una noche de guardia policiaca y la encontré en un charco de sangre, y solo podía mover la cola. Unos días de hospital y dos meses de curaciones diarias fueron necesarios, pero Groups siempre aguantó como una guerrera.

No sé si ha tenido crías, porque ya está esterilizada, ni sé exactamente cuántos años tiene. Nunca se enferma y le encanta esperarme cuando abro la puerta de mi cuarto para dar vueltas como loquita y así ganarse un par de caricias. Todo el tiempo tiene esa expresión que me gusta confundir con una sonrisa, y ese porte como el de las personas viejas y sabias. No sé el día que nació, pero he decidido celebrar sus cumpleaños el 16 de septiembre porque ese día se aferró a vivir. Si quiere tener un perro en casa, no compre uno. Hay gente muy generosa que saca a los perros de la calle y les busca un buen hogar. Adopte, no se va a arrepentir.

Para celebrar el Día Mundial del Perro mi recomendación musical va a ser todo un clásico. “Black Dog” de Led Zeppelin, pero en una versión rarísima, a cargo de la banda finlandesa Steve ‘N’ Seagulls. Súbale a la música, nos leemos el lunes.

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