¿Periodistas asesinos?

  • José Luis Ortega Vidal

* Dos historias paralelas convergen en el CERESO de Coatzacoalcos

* El Secretario del Ayuntamiento de Las Choapas acusado por la muerte de un regidor en el primer trienio que gobernó Renato Tronco

* Un veterano reportero sureño acusado de participar en tres casos con saldo de cinco muertes

José Luis Ortega/Miguel Hernández

PRIMERA PARTE

Coatzacoalcos, Veracruz.- Lo acusan de haber tomado parte en cinco asesinatos.

En un caso, se trata de un asesinato múltiple: es decir, mataron a tres personas y las arrojaron en el mismo sitio. Los conocía, admite. Pero no tuvo nada que ver con sus crímenes, se defiende.

Los otros dos casos son individuales. Por tanto, se trata de cinco asesinatos y tres casos aparentemente distintos.

Se llama Daniel Sánchez Mendoza. Durante muchos años fue reportero de medios radiofónicos e impresos en el Sur de Veracruz.

Antes de iniciar la plática con Daniel, se presenta la oportunidad de saludar –en el CERESO Duport Ostión de Coatzacoalcos- a Octavio Orozco Salmerón, ex Secretario del Ayuntamiento en Las Choapas, durante la primera gestión como Presidente Municipal de Renato Tronco Gómez –diputado local desaforado y prófugo-.

Los reporteros acudieron a la dirección del CERESO y solicitaron una entrevista con los reos.

La respuesta -.como en otros casos- fue: depende de que ellos quieran ser entrevistados. No se les puede obligar.

Octavio Orozco Salmerón, egresado de la Facultad de Ciencias y Técnicas de la Comunicación de la Universidad Veracruzana en la Generación 1989-1993, no aceptó la entrevista.

Adujo que tiene un trato con su abogado y su familia al respecto y no puede hablar sobre el señalamiento que lo mantiene preso por segunda ocasión: el asesinato del regidor Alfredo Pérez Juárez en el año 2006, del que Renato Tronco y Orozco Salmerón son acusados por autoría intelectual.

El encuentro

Por un momento Daniel Sánchez Mendoza y Octavio Orozco Salmerón están juntos frente a los reporteros.

Tienen algo en común: son o han sido reporteros, periodistas. A los dos se les vincula a casos de asesinato.

Octavio recuerda con orgullo su paso por la Faccytc UV.

Soy egresado de la primera escuela de periodismo del país, exhibe con orgullo (en realidad es la tercera, antes fueron abiertas la Cárlos Septién y la de la UNAM).

Cuenta –brevemente- que tras ser encarcelado una vez por el mismo delito y luego liberado- se fue a vivir a Oaxaca y allá estuvo casi una década trabajando.

- Nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, se le menciona

- -Así es, por eso hay confianza de que saldré libre y se tramita un amparo, responde.

- Hay un dato clave en la historia: se afirma en la investigación que Renato Tronco te dio la orden de contratar al asesino del regidor y lo hizo en su oficina presidencial, que un policía escuchó y él señaló a ambos…

- Así es y entre mi oficina y la de Tronco había varios metros, además de ser un privado. Se ha demostrado que técnicamente el policía no pudo haber escuchado ninguna conversación y hay peritajes al respecto…

Luego, en un tono ya molesto, Octavio observó al reportero: dije que no quiero entrevistas y estoy en mi derecho de no hablar.

Se marchó.

Habla Daniel Sánchez Mendoza

Nativo de Jáltipan, Daniel Sánchez Mendoza fue testigo de la charla con Octavio y se le cuestionó: ¿aceptas la entrevista?

Su respuesta fue un sí.

- Son cinco asesinatos…

- Sus ojos se humedecen y en lo sucesivo esto ocurrirá una y otra vez. Sí, apunta, cinco pero no tuve nada ver.

El once de diciembre me detuvieron cuando salí a trabajar.

Fueron policías ministeriales, me pusieron un trapo en la cabeza y me trasladaron a un lugar desconocido.

Ahí estuve incomunicado.

Me golpearon día tras día.

Me tuvieron sin comer.

Me interrogaron.

Dije lo que sabía: conocía de vista a la gente asesinada.

A uno de ellos lo llegué a tratar, pero no tuve relación más allá de un saludo. Me enteré de su muerte por los medios de comunicación.

Me hicieron firmar una declaración que está anexa al expediente.

La firmé porque ya no aguantaba los golpes. Finalmente me llevaron ante un agente del Ministerio Público y me trajeron al CERESO…CONTINUARA