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Guardia Nacional irrumpe armada en misa en iglesia de Río Blanco

  • Analuz Medina
En la iglesia del Sagrado Corazon de Jesús los uniformados entraron fuertemente armados para atrapar a un migrante

Orizaba, Veracruz. - Ante la abrupta irrupción de presuntos elementos de la Guardia Nacional, división Seguridad Regional, en una iglesia de Río Blanco, Veracruz cuando perseguían a migrantes la tarde de este domingo 5 de mayo, la Diócesis de Orizaba reprochó el actuar de los uniformados.

Mediante un comunicado, el presbítero doctor Helkin Enríquez Báez, encargado de la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, confirmó el hecho al narrar que este ocurrió justo cuando celebraba la eucaristía de la 1:30 de la tarde. Fue en ese momento cuando los elementos de la GN ingresaron al recinto religioso fuertemente armados.

“Justo antes de la Plegaria Eucarística para la Consagración, un grupo de elementos de la Guardia Nacional, armados, irrumpieron en el recinto parroquial. Ante el hecho se detuvo por un momento la celebración de la Misa. Ellos iban persiguiendo a un grupo de migrantes, especialmente a un joven que buscó asilo en el templo”, expresó.

Ante la situación de riesgo que vivió el sacerdote y la feligresía reunida, el dirigente católico se pronunció en contra de ese tipo de actos violentos. En comunión con el obispo Monseñor Eduardo Cervantes Merino y la comunidad parroquial manifestaron su inconformidad, detallando los motivos.

“La dignidad de todo ser humano es un valor inalienable que no puede ser vulnerado por ningún motivo, ni siquiera por la condición de migración irregular de una persona. No se puede perseguir como delincuente a quien está de paso”, precisó.

Además, el presbítero precisó que la iglesia católica mantiene un respeto a todas las instituciones gubernamentales y de seguridad, y por lo tanto, exigieron un respeto recíproco a la institución y a la fe.

"No se puede ingresar, de modo comparable a lo sacrilegio, en medio de la celebración del Sacramento que constituye el centro de nuestra fe".

En el mismo comunicado emitido a la opinión pública aseveró que el derecho al asilo es un derecho humano y un deber cristiano que constituye un mandamiento del Señor “que nos dijo: ´Fui forastero y me acogieron´ (Mt. 25, 35b). Para los cristianos los mandamientos de Dios están por encima de las leyes humanas".

Con lo anterior enfatizó que quedarán en espera del respeto recíproco al tiempo de reiterar que “no se repita un evento similar que inquieta a toda la comunidad y feligresía católica”.