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Isela: partera de Cardel, Veracruz, que ha ayudado a nacer a 400 bebés

  • Iraís García
Este viernes 5 de mayo se celebra el Día Internacional de la Partera; Isela es una de ellas en Veracruz

Cardel, Ver.- La primera vez que Isela Sánchez vio a su madrina "pancear" a una mujer embarazada, quedó sorprendida. Observó cómo las manos de la mujer se convirtieron en ojos que podían ver a través de los tejidos y llegar directamente hasta el bebé

Todavía sin poder recuperarse de la impresión le preguntó a su madrina cómo había logrado saber sin necesidad de un aparato de ultrasonido, la posición exacta del pequeño. Ella le explicó que tocando con sus manos puede saber hacia dónde está la espalda, las piernas y la cabeza del bebé.

Fue cuando decidió que quería ser partera y comenzó a prepararse. Primero le preguntó a su madrina todo lo que tenía que saber; la mujer la tomó como una pupila, así que la llevaba con sus pacientes y le explicaba cómo ver con las manos a través de las pancitas de las embarazadas. También le enseñó cómo es el proceso, no solo de la gestación, sino también del parto, el posparto inmediato y la lactancia

Foto: Alejandro Zamudio

Con los años, Isela, originaria de Ciudad Cardel, cabecera municipal de La Antigua, Veracruz, aprendió que a ninguna mujer se le tiene que enseñar cómo dar a luz. Las mujeres lo saben, lo tienen impregnado en sus cuerpos, es naturaleza e instinto puro.

"Las parteras les recordamos a las mujeres que ellas son las que tienen el poder y ahí es donde se da la magia de esos nacimientos tan bellos", dice. 

Isela ayudó a nacer aproximadamente a 400 bebés. La realidad es que ya perdió un poco la cuenta, acepta riendo. Todavía quiere recibir a muchos más. Es una mujer joven, de 42 años, experimentada en el mundo de la partería y dispuesta a ayudar a conservar el oficio.

"El parto en casa sí es posible, cuidando absolutamente todo, signos vitales de mamá, los de bebé, sí se puede, para las familias que realmente lo quieren así es una experiencia maravillosa", comenta. 

Foto: Carlota Martí
 

“Lo mejor para mí es sentir un bebé”

Fue en 2015 cuando ingresó a la escuela de partería. Después decidió hacer sus prácticas en un hospital en Martínez de la Torre, en donde encontró en un ginecólogo a un mentor que le permitía atender a las pacientes de una forma distinta, más cercana y humana de lo que se hace generalmente en un hospital. 

Isela recuerda las veces que acompañó a mujeres en el hospital. Como sus movimientos son limitados, el parto natural siempre ocurre en una posición donde la mujer está acostada sobre su espalda. No las dejan levantarse pese a que el instinto las lleva a querer ponerse en cunclillas, mientras que en un parto en casa todo esto puede hacerse con ayuda del banquito de parto, pelotas de pilates y una especie de rebozo que les permite a las mujeres sostenerse de él para estar en cunclillas y pujar. 

"Lo mejor para mí es sentir cuando toco a un bebé, también que las mujeres nos busquen a las parteras para acompañarlas a sus partos por el poder que ellas tienen para elegir al profesional de salud que las va a acompañar en ese momento", explica.


Parteras, más buscadas en pandemia

La pandemia de la covid- 19 hizo que muchas más mujeres buscaran a Isela para dar a luz en casa. El temor de ir a un hospital y de contagiarse ellas, sus familias y sobre todo el recién nacido, fue una ventana de oportunidad para que el oficio de partera retomara fuerza y para que las mujeres se empoderaran y sintieran que pueden dar a luz en casa. 

Foto: Alejandro Zamudio

 

También hay sus excepciones, pues Isela reconoce que hay ciertas cuestiones médicas por las que la paciente no podrá tener un parto natural en casa, por lo que será referida a un hospital. Las parteras están preparadas con equipo médico suficiente para enfrentar una emergencia, llevan instrumental y hasta un tanque de oxígeno

"Ver esa mirada tipo de sí lo logré con mi propia oxitocina, la alegría y el descanso", afirma.
Isela, como todas las parteras le explican a la mujer y a su pareja cómo es el sangrado que va a presentar en el postparto inmediato, tanto cantidades como coloraciones, para que estén plenamente conscientes de lo que es normal y lo que ya podría requerir atención médica. 

También fomentan el apego cuerpo con cuerpo con el recién nacido, que aporta muchos beneficios para el bebé, así como la primera lactancia. Lactar no es tan fácil como se ven las fotografías, así que las parteras están preparadas para brindar la orientación necesaria a las mujeres sobre cómo deben de acomodar a su bebé y cuál es el agarre correcto del pezón para evitar que haya grietas o dolor. 

 

Foto: Carlota Martí

 

Parteras en México

En México existen más de 20 mil parteras tradicionales, 100 parteras profesionales egresadas y 16 mil 684 licenciadas en enfermería y obstetricia, de acuerdo con un informe de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México. A pesar de ello, el 80 por ciento de todos los partos son atendidos únicamente por personal médico en formación.

En muchos casos existe violencia obstétrica en las que las prácticas son deshumanizadas y violentan en razón de género. 

Isela es una partera de la nueva generación, sin embargo, la partería es una actividad que durante siglos fue practicada y estudiada por las mujeres en diversas culturas. Sus conocimientos pasaban de generación en generación. 

En México, los registros de la partería datan de la época prehispánica, pero con la conquista se prohibieron algunas prácticas y conocimientos de la medicina mexicana, por lo que las parteras indígenas perdieron su prestigio. 

Isela es embajadora de su oficio. A todos los partos va acompañada por otra partera para que la ayude y nunca programa dos mujeres que tienen fecha de parto similar, ya que sabe que la atención debe ser personalizada y, aunque haya una fecha de parto aproximada, el bebé decide cuándo van a nacer. Las horas de trabajo de parto que sean necesarias las parteras estarán ahí.