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Saredi cambia fontanería por apoyo para el cumpleaños de su hija

  • Fernanda Malpica
La madre que se dedica a la albañilería cambia su trabajo en electricidad y fontanería por cosas para poder hacerle una fiesta a su hija

Después de una jornada laboral como albañila, Saredi no llega a casa a ver una película o cenar, ella ocupa su “tiempo libre” para hacer trabajos “express” de fontanería o electricidad a cambio de cosas para poder hacer una fiesta de cumpleaños a su hija.

Saredi, quien trabaja en Xalapa y sus alrededores, busca apoyo para celebrar el cumpleaños número 10 de su hija menor. A cambio de dulces, decoración, comida o cosas de segunda mano, la madre de 35 años ofrece su trabajo.

Para la joven, su mayor fuerza para trabajar todos los días son sus tres hijos de 15, 13 y 9 años. Un tatuaje de tres aves en su antebrazo los representa y la motiva durante las largas jornadas de trabajo.

Este 18 de junio espera poder darle a su hija una fiesta de cumpleaños con pastel, piñata y un disfraz de unicornio, como la menor había pedido.

Con el trabajo de albañilería Saredi cubre prácticamente sola los gastos de la casa, por lo que para lograr el festejo necesitaba un ingreso extra.

Sin la posibilidad de tener tiempo para encargarse de más proyectos grandes de construcción se le ocurrió cambiar pequeñas tareas de fontanería o electricidad, sin pedir un pago en dinero, pero sí un trueque en especie.

“En la semana estoy trabajando para los gastos de casa y en las tardes o fin de semana ofrezco trueques por cosas para ella (la fiesta)” relató la joven.

A través de Facebook su anuncio ofreciendo los servicios recibió buenos comentarios de clientes y amigos. A cuatro días de la publicación ya recibió algunos pedidos como la compostura de fugas de agua y una instalación de fontanería.

A poco más de una semana de que sea la fiesta con temática de unicornios la madre pide a la sociedad unirse a su causa de trueque y la contraten a ella y sus compañeros con algún trabajo “express” en la casa o negocio.

Aunque su trabajo en la albañilería está vigente, dice que los arreglos de fontanería y electricidad es lo que está en sus posibilidades de tiempo hacer ahora a la par de su horario fijo del proyecto de construcción que tiene ahora.

Su equipo de trabajo y compañeros se unieron a la causa y la ayudan con estos arreglos sin cobro alguno, todo con la intención de que se puedan hacer más y con más elementos para el cumpleaños de la menor.

“Esos trabajos (de albañilería) requieren más tiempo y por el momento estoy trabajando en Trancas, por eso ofrezco fontanería y electricidad que son más rápidos (...) Aparte mi equipo de trabajo me está apoyando pues me ayudan a hacerlos sin costo para juntar cosas para la fiesta de mi hija” dice Saredi.

Saredi no pide lujos ni nada costoso, e incluso ella misma busca idear la manera de coser el disfraz de unicornio de su hija y cocinar el pastel.

Todo trueque es bienvenido, pero dulces y postres es por ahora lo que más le gustaría recibir.

Saredi rompió estereotipos y se sobrepuso a la pandemia con la albañilería

La madre soltera fue una de las un millón 600 mil personas que perdieron su empleo en México durante los primeros tres meses del 2021, durante pandemia. Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), las mujeres fueron las más afectadas laboralmente.

El 84% de las personas que salieron de la fuerza laboral en el país fueron mujeres. Un millón, 363 mil, 287 se quedaron sin trabajo, lo que alarma comparado con la cifra de hombres, que no supera ni el millón: 266 mil, 547.

Saredi mantenía su matrimonio por miedo a la incertidumbre de no tener una solvencia económica, pues su esposo era la principal fuente de ingresos en casa con sus hijos.

Fue en febrero del 2020 que decidió terminar su relación, y vendía hot-dogs afuera de Classico, un conocido centro nocturno que se ubicaba en la Avenida Ávila Camacho del centro de Xalapa.

La pandemia provocó el cierre de múltiples negocios, incluido Classico. En consecuencia, Saredi perdió su único ingreso:“Ya después de pasar la etapa de no saber qué hacer, de estar perdida en el limbo, dije: yo sé hacerlo (albañilería)”, relató en entrevista.

El padre de la joven dedicó su vida a la albañilería, por lo que desde temprana edad ya estaba en contacto con obras de construcción y con su exmarido le ayudaba como chalán.

En medio de esta crisis por pagar gastos la madre decidió emprender su negocio de albañilería y romper estereotipos. Asegura que ver a sus hijos con hambre o antojos de dulces fue su principal motivación para conseguir dinero con un trabajo honesto.

A más de un año que inició su negocio ahora tiene un equipo de trabajo que la apoya en las construcciones en Xalapa y municipios aledaños.

El gusto por la construcción Saredi lo describe como una pasión. “Si yo hubiera estudiado seguro hubiera sido ingeniería o arquitectura”.