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Áreas Naturales Protegidas, presas de abandono e inseguridad

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Las seis que se ubican en Xalapa enfrentan serios problemas de invasión, contaminación, inseguridad y olvido por parte de las autoridades

Xalapa, Ver.- Caminar con miedo, entre basura, peste y olvido, es la experiencia de cualquiera que se atreva a entrar a las áreas naturales “protegidas” de Xalapa.

 

Atrás quedó la abundancia del majestuoso bosque de niebla y la conservación de la biodiversidad para equilibrio ecológico que tanto proclaman las Áreas Naturales Protegidas (ANP).

 

En Veracruz existen 23 áreas naturales protegidas de orden estatal, de las cuales tres fueron decretadas durante el Gobierno de Javier Duarte de Ochoa y a pesar de que representan el mayor número de decretos emitidos por un Gobernador, su estado actual es deplorable.

 

Las ANP enfrentan serios problemas de invasión, contaminación, inseguridad y olvido por parte de las autoridades que una vez que las decretan no destinan recursos para su rescate, rehabilitación o mantenimiento y por lo cual no cumplen con su objetivo de conservación, recreación, educación y hasta ser sitios de investigación científica.

 

Las cifras oficiales señalan que este año se invertirán 23 millones de pesos en estas áreas, pero la realidad golpea tajante a cualquiera que haya visitado estos lugares que hoy son sombríos, con poca vida y contaminados.

 

Tal es el caso de las seis que se encuentran en Xalapa, el municipio con más número de Áreas Naturales Protegidas en el estado (con 281 hectáreas), que están en total abandono y son “asfixiadas” por el crecimiento de la mancha urbana.

 

El área responsable de estos “pulmones” es la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), que cada año aporta un millón de pesos para la conservación de cada área, aunque en los hechos esta cifra no se observa por ningún lado.

 

En pleno siglo XXI y con la emisión políticas públicas para el reordenamiento territorial y urbano, para frenar el calentamiento global y con días enteros dedicados al medio ambiente, áreas como Molinos de San Roque, el Cerro de la Galaxia, el Cerro de Macuiltépelt, el Tejar-Garnica, el predio Barragán y el Jardín Botánica “Francisco Javier Clavijero”, ven su degradación, contaminación y abandono, como algo “natural”.

 

Cerro de la Galaxia convertido en basurero

 

El caso más preocupante es el ANP del Cerro de la Galaxia, ubicado en la zona norte de la capital del estado, pues sus más de 40 hectáreas están abandonadas y se han convertido en tiradero de cuerpos, basura y nido de delincuentes.

 

Decretada como ANP el 12 de febrero de 1991, actualmente esta zona “partida” por las instalaciones de Radio Televisión de Veracruz (RTV) es un monte abandonado con varias entradas que sirven como escape para los jóvenes “amantes”, de basurero, y que los delincuentes aprovechan para asaltar a quien se atreven a entrar a esta.

 

Su entrada por la avenida Linda Vista en la colonia Mesa del Guayabo da cuenta del olvido en que se encuentra y de cómo el crecimiento urbano le ha ido restando metros.

 

La placa en que se presume esta zona ha sido roída por el sol; las bolsas de basura y los escombros reciben a los visitantes. Pero ni aun esto es lo peor, pues adentro un riachuelo contaminado hiede y el olor cañería afecta provoca arcadas.

 

Ahí, en medio de esa podredumbre una vecina relata que desde hace varios años se han registrado incidentes en los que cuerpos son hallados al interior de este lugar.

 

“Esto debería ser un parque y todo esto es feo. La gente hace ‘averías’, aquí ha habido muertos, los tiran yo me he dado cuenta, y esto ha pasado desde hace dos o tres años”.

 

Un vecino de la zona por más de 20 años relata que este lugar pudo servir de esparcimiento, para reunir a la familia y, en cambio, se convirtió en un tiradero a cielo abierto, sin que hasta ahora las autoridades se hayan interesado en remediarlo.

 

“Las vallas están rotas, hay llantas tiradas y se necesita levantar todo eso y ponerlo en orden. El terreno ya está invadido hasta con sembradíos de los propios vecinos. Nadie cuida”.

 

El grafiti en las antenas de transmisión y el olor a suciedad que se confunde entre el arroyo contaminado y las vacas que pastan en un terreno aledaño, obligan a los visitantes a evitar caminar con este reducto de bosque mesófilo de montaña.

 

Ahora, el Ayuntamiento de Xalapa logró que la Sedema le entregara varias hectáreas de área natural protegida para ser administrados por ellos y construir un depósito de agua, bajo el fundamento de que beneficiará el suministro de agua en colonias de esa zona.

 

El director general de Gestión Ambiental y Recursos Naturales de la Sedema, Julio Antonio Flores Guevara, reconoció que este movimiento se realizó en la pasada administración estatal, que recibió una memoria técnica descriptiva y se decretó entregar 5 mil metros cuadrados a la autoridad municipal. De esto, no hubo ningún tipo de consulta con la ciudadanía; hasta ahora, el depósito ni siquiera se ha iniciado por parte de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS).

 

“Las Áreas Naturales Protegidas son captadoras de agua y obras de ese tipo son bienvenidas”.

 

Molinos de San Roque entre aguas negras

 

La calle Obreros de la colonia Lomas de San Roque es la vía de entrada a esta área natural protegida que hoy lucha entre la contaminación y la inseguridad.

 

Las 15 hectáreas decretadas el 23 de septiembre de 1986 son delimitadas por las aguas putrefactas del arroyo Papas, que a pesar de haber sido “atrapado” en un canal de concreto, aun da batalla y gana terrero con su hedor.

 

A este lugar acuden los carretoneros para separar los desechos que pueden vender de aquellos que malogradamente van a parar al arroyo. Según el director general de Gestión Ambiental y Recursos Naturales de la Sedema, Julio Antonio Flores Guevara, en los últimos años se han perdido cuatro hectáreas a causa de las invasiones de terreno.

 

Ya en la entrada de este “pulmón” casi colapsado por los fraccionamientos que lo “ahorcan” se encuentra el Centro de Salud que de nada ha servido para evitar que tomen a este santuario como basurero.

 

En el sendero que en otra década fuera seguro, ahora la hojarasca convive con la basura, papeles de baño de quienes defecan y orinan en la zona, y poca fauna se observa durante el día.

 

“No vienen a cuidarlo. Antes había una caseta de policías y ya no está desde hace un año y aquí ha habido violaciones y robo, pero no han hecho caso. Vienen al momento, pero ya después ya no vienen”, dice una madre de familia que atraviesa esta zona diariamente para ir por su hijo a la primaria.

 

No hay vigilancia y los pocos visitantes a la zona de bosque mesófilo no pueden localizar los senderos por falta de señales, caminos trazados y por la tarde esta zona se convierte en una “boca de lobo” difícil de atravesar.

 

Tejar Garnica, el paraíso olvidado

 

El 23 de septiembre de 1986 el Tejar Garnica fue decretado como Área Natural Protegida por el entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes que logró decretar bajo esta figura a 133 hectáreas.

 

Otrora un parque visitado por las familias, ahora solo las “parejitas” y delincuentes lo visitan pues su lago convertido en lodazal y su falta de vigilancia, ha provocado que este lugar sea una “cueva de ladrones”.

 

Aún a medio día poca gente camina por este lugar y los deportistas entusiastas que acuden se topan con bancas rotas, caminos llenos de hojarasca, baños sucios y sin agua y hasta los botes de basura han sido removidos sin razón alguna y tirados detrás de un módulo de información que permanece cerrado.

 

A lo lejos, se pueden observar algunas garzas, un par de tortugas abandonadas y mucho lodo en lo que queda del lago que alguna vez presumió en sus trípticos pegados en la entrada.

 

El abandono es tal que el área de juegos de esta área ni siquiera es visitada por los menores, al menos no con regularidad, pues los juegos rotos, los maderos podridos y el descuido en que se encuentran ponen en riesgo su seguridad.

 

En el camino se puede leer en un letrero “sendero del café”, pero apenas unas cuantas plantas del aromático se observan y los árboles tirados no permiten el disfrute del camino.

 

Tampoco el “sendero de la biodiversidad” muestra el potencial que alguna vez tuvo esta zona de bosque mesófilo de montaña.

 

Afuera, el cuidador apenas se da abasto para caminar de vez en cuando y asomarse para evitar que alguien se meta en problemas, pero en este lugar desolado poco queda de la belleza boscosa de la capital.

 

Cerro de Macuiltepetl lucha por mantenerse

 

El 28 de noviembre de 1978 fueron decretadas las 31 hectáreas que comprenden esta zona como Área Natural Protegida, y desde entonces ha sido la sociedad civil la que pelea por su mantenimiento, pues el Gobierno del estado se ha desentendido de este respiradero en la ciudad.

 

Desde hace casi cuatro años el Ayuntamiento de Xalapa ha quedado a resguardo de esta Área, pero con recursos limitados y no etiquetados, los trabajos que se requieren para mantener esta zona se ven reducidos.

 

Incluso hay zonas fuera de la poligonal considerada como ANP que son amenazadas por el crecimiento de la mancha urbana, a pesar de que desde 1991 se informó sobre el hallazgo de restos preshispánicos que datan desde el año 400 Antes de Cristo.

 

Hace algunos años, el arqueólogo José Antonio Contreras denunció que en este lugar fueron encontradas vasijas, figurillas y demás materiales que fueron resguardados y no se sabe en dónde están.

 

El lugar, ubicado en la esquina de la calle Doctor Enrique Cossío y 17 de Marzo en la colonia Burócrata Federal, sirve actualmente de basurero y las columnas se han ido perdiendo con el paso del tiempo pues en otras zonas la gente construyó sus hogares encima de este legado.

 

En el cerro, el director del Patronato del Parque Ecológico Macuiltépetl, Sergio Humberto Aguilar Rodríguez, acusó que desde hace 12 años (durante el fidelato y duartismo) se dejó de invertir en esta área y la actual administración tampoco ha marcado diferencia, ya que aunque han solicitado una reunión con la titular de la Secretaría de Medio Ambiente, Mariana Aguilar, no les ha respondido.

 

"Estamos un poco desilusionados de las autoridades municipal y estatal; no hemos podido trabajar con el municipio porque ni siquiera nos reciben, solicitamos una audiencia con el presidente municipal y no nos la ha dado; también con la secretaria de Medio Ambiente, Mariana Aguilar, y no nos la ha dado".

 

Recordó que el Museo de la Fauna en el Parque Ecológico ha sobrevivido 24 años en un entorno adverso y la inversión anual no es mayor a 2 millones de pesos.

 

Aquí también las invasiones son un problema habitual pues en los últimos años se han perdido al menos dos hectáreas por construcciones aledañas al parque, especialmente en la calle Chilpancingo

 

"Nos alcanza para lo que estamos haciendo y no mucho más (...) Sí hay presupuesto, pero solo se aplica cuando tienen alguna urgencia, cuando es un fuego que tienen que apagar".

 

En esta como en otras áreas, el principal problema es la inseguridad que se vive en la zona pues en 2015 se informó el registro de al menos 10 casos de violaciones en el lugar.

 

Los integrantes de la asociación civil “Soy la Voz” denunciaron que los deportistas eran asaltados a mano armada, había violaciones y la vigilancia no era suficiente en las mañanas.

 

A esto, se suman las agresiones a visitantes por parte de animales abandonados como perros y gatos que han hecho de esta zona su hogar y que han provocado la intervención de autoridades para su captura y rehabilitación.

 

Predio Barragán sin interés

 

Esta es tal vez la ANP menos conocida en la ciudad, pues se trata del Predio de Barragán que se ubica entre la calle del mismo nombre, el Paseo de Los Lagos y las instalaciones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

 

El 30 de septiembre de 1980 fue declarada como Área Natural Protegida su extensión de apenas una hectárea que en entonces constituía un refugio y área de anidado para las aves locales y migratorias que visitan Los Lagos.

 

Asfixiada por las construcciones de cemento de la zona, este lugar no es visitado, ni cuidado y mucho menos manejado bajo un programa que permita su mantenimiento.

 

Amenazado, Jardín Botánico

 

El Jardín Botánico "Francisco Javier Clavijero" y el bosque de niebla fueron decretados como ANP el 27 de diciembre de 1975, y sus 61 hectáreas son amenazadas actualmente por la contaminación.

 

Dos empresas queseras descargan aguas negras al río Sordo y “paracaidistas” han incluso invadido parte de esta área en el predio El Roble, lo cual ya fue denunciado por el gerente del Jardín Botánico del Instituto de Ecología (Inecol), Orlick Gómez García.

 

En reiteradas ocasiones ha señalado la falta vigilancia en el cumplimiento de las leyes y la tardanza en la aplicación de éstas, pues a pesar de contar con fallos en contra de los inversores del predio y haber denunciado ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) la contaminación del río con descargas de la empresa, no se ha hecho nada.

 

Las afectaciones por la contaminación de las aguas de río Sordo, que recibe gran parte de las descargas de aguas negras de Xalapa, han llegado a la zona del jardín e incluso han inundado parcialmente zonas del recién inaugurado complejo Biomimic en el Inecol.

 

Este reducto de bosque de niebla representa en Veracruz el 1 por ciento de lo que se tiene a nivel nacional, y a pesar de esto ni la Sedema, ni Conagua, ni el Ayuntamiento de Xalapa, han protegido esta zona.

 

Denuncias empantanadas

 

Pese a los problemas de invasiones recurrentes en las ANP, la autoridad estatal se limita a decir que se trabaja con la Procuraduría de Medio Ambiente para resolver el problema.

 

Por cuanto hace a la autoridad municipal, si bien tiene injerencia en el uso de la tierra, el burocratismo, las esferas de competencia y la nula capacidad de concertación, provocan que cada día estos “pulmones” de Xalapa estén más desprotegidos y en riesgo de desaparecer.

 

Reducirán hectáreas

 

Como si los problemas antes descritos no fueran suficientemente amenazados para las Áreas Naturales Protegidas (ANP), la actual administración analiza la posibilidad de reducir la superficie de algunas de éstas 

 

El director general de Gestión Ambiental y Recursos Naturales de la Sedema, Julio Antonio Flores Guevara, precisó que “la realidad” es que las invasiones y viviendas construidas en las zonas deben ser analizadas para determinar la viabilidad de sacarlas del decreto con el cual son “protegidas”.

 

“Lleva un análisis cartográfico y estamos en ese proceso; en un par de meses tendremos los elementos para ampliar o disminuir los polígonos”.

 

Puntos clave

 

-En Veracruz existen 23 áreas naturales protegidas (ANP)) de orden estatal.

 

-En Xalapa hay seis ANP: Cerro de Macuiltépetl, Predio Barragán, Tejar-Garnica. Molinos de San Roque, Cerro de la Galaxia y Jardín Botánica “Francisco Javier Clavijero”.

 

-En total, en la ciudad 281 hectáreas están bajo este esquema

 

-Sedema destina apenas 5 mdp anualmente para estas áreas en Xalapa

 

-Se han perdido al menos 10 has. Por invasiones

 

-En estas ANP hay registros de violaciones, asaltos, cuerpos tirados y contaminación

 

-Gobierno del estado analiza reducir superficie en resguardo por invasiones

 

Avc