Xalapa, Ver.- Miguel Ángel Yunes Márquez, presidente del ayuntamiento de Boca del Río, partió plaza en su arribo a la Fiscalía General del Estado, a cargo de Luis ángel Bravo Contreras.  Recepcionistas, secretarias de la Fiscalía y hasta reporteras, se vieron seducidas por su agraciada presencia física.

En punto de las 10:00 horas, el alcalde boqueño de ojos azules apareció en escena hecho un figurín de aparador. Perfectamente acicalado, con barba “hipster”, corbata en tono naranja a juego con un traje azul marino, atravesó la explanada de la fiscalía con andar de príncipe.

El único momento en que frunció el ceño, fue durante  la entrevista con medios de comunicación en donde consideró el citatorio de la Fiscalía, como una embestida política para dejar a su padre Miguel Ángel Yunes Linares, su hermano Fernando Yunes y a él, fuera de la contienda política del 2016.

Frente a las acusaciones por enriquecimiento ilícito, Yunes Márquez dijo tener todos los elementos jurídicos para realizar su defensa: “todo mis impuestos pagados, todos mis ingresos comprobados para poder tener lo que tengo. Nunca he cometido un ilícito, y no voy a permitir que se manche mi nombre con un elemento falso, y con fantasías de unos locos”.

¿Su declaración patrimonial corresponde a lo que realmente tiene?, se le inquirió.

“Está en mi declaración patrimonial  y te pongo un ejemplo,  mi casa está a nombre de una compañía donde mi esposa y un servidor somos socios, si tuviéramos algo que esconder, seguramente estaría a nombre de un prestanombres o de un tercero, como lo hacen todos los secretarios de Javier Duarte. ¿Por qué nadie pregunta donde viven los secretarios de Javier Duarte?”.

En su ingreso a la recepción de la fiscalía, mientras el alcalde boqueño hacía su registro, comenzó a atraer las miradas de las secretarias de dependencia  que poco a poco se aceraron al área para observar las cualidades de Yunes Márquez.

Desde la cafetería que se encuentra en un segundo piso,  dos mujeres se asomaban a verlo con una risa pícara y comentarios al oído. Luego, otras dos mujeres que caminaban por el pasillo del segundo piso en dirección al área del elevador, interrumpieron por un momento su paso para admirarlo unos minutos.

En un momento de su espera, con una característica seguridad en sí mismo, que por algunos momentos podría llamarse fanfarronería, Yunes Márquez dedica un atento saludo a una de la recepcionista que le tomó los datos. La mujer de piel blanca y rellenita, reacciona involuntariamente poniéndose colorada.

Esta mañana, esa mujer fue la envidia del resto de las admiradoras de Yunes Márquez, incluso, de algunas reporteras que durante el evento, organizaron una la lista de visitas a la cárcel, por si el alcalde resulta desaforado y encarcelado por el fiscal Luis Ángel Bravo Contreras.