• Seguridad

El tercer desaparecido del caso Gibrán, cantante de La Voz México

  • Juan Eduardo Flores Mateos
Los padres han pedido a la Procuraduría General de Justicia del Estado dé informes de su paradero.

Veracruz, Ver.- El caso de la desaparición forzada del cantante de la Voz de México, Gibrán Martiz Díaz y su amigo, Sergio Luis Martínez Hernández, ha revelado el nombre de un tercero: José Eduardo de la Cruz Caballero, de quien los padres han pedido a la Procuraduría General de Justicia del Estado dé informes de su paradero.

"Hemos pedido a la fiscal del caso Rosario Zamora que nos explique dónde está, ya que este chico desapareció con nuestros hijos y no apareció en el lugar con ellos, donde murieron, en el supuesto enfrentamiento donde apareció Gibrán y Sergio", explicó el papá del artista, Efraín Martíz Aguirre.

Según la narrativa del caso explicada por el señor Efraín Martiz, los tres chicos viajaban en el auto Lancer gris -el cual tampoco aparece- cuando la policía los detuvo y les encontró un arma de fuego portada por José Eduardo.

José Eduardo les informó que traía esa arma porque era guardaespaldas de Gibrán, y que los permisos correspondientes los tenía en la casa ubicada en calle Ferrocarril Interocéanico.

El comandante de los policías se subió al Lancer y lo manejó hasta la casa con la patrulla escoltada por detrás. Al llegar a casa y ver que no tenían los permisos fue cuando se los llevaron detenidos.

"Es la dueña de la casa la que denuncia los hechos por allanamiento de morada, es esa denuncia que se desata todo esto, (...) al chico lo estaba ayudando mi hijo para cantar, creo venía de Alvarado, pero era del mismo grupo. Incluso este chico, su amigo (Sergio) no es ni de aquí, venía de Cancún de vacaciones, él había venido para grabar", aseguró.

Su hijo no es el de la fotografía con el arma larga

Rosario Zamora es la fiscal asignada a la resolución del caso, la cual conlleva cuatro diligencias: El presunto allanamiento de morada de la dueña de la casa por policías donde Gibrán y Sergio vivían, la investigación de su muerte, el lugar donde supuestamente aparecieron los cuerpos en la carretera Huatusco-Conejos, y la desaparición de José Eduardo de la Cruz Caballero, del que no se sabe nada.

El padre de Gibrán, ya pasado el luto, comprobó que una de las fotos donde aparece supuestamente su hijo sosteniendo un arma larga, no es él sino Abraham Martín Jorge Yamazaki, a quien detuvieron el 9 de abril del año pasado junto con Williams Colorado López y Yael Noval Nigoli, con posesión de dos carrujos de marihuana, un encendedor y unas gotitas para las ojos.

La nota fue registrada por la página Veraznews en la siguiente dirección: http://www.veraznews.com/2013/04/detienen-jovenes-con-marihuana-en.html

"Tampoco sabemos nada de este joven, incluso supimos, que a través de la IP, que esa foto fue filtrada por una oficina de gobierno a esa página", explicó el padre.

Sin embargo estos hechos no se encuentran depositados en los expedientes de los juzgados 6º y 8º de la ciudad de Xalapa: EXP.UIPJ/DXI/6º/12/2014 No. DE OFICIO: UIPL1/XL/AMPG6o/29/2014 y EXP.UIPJ/DXI/8º/09/2014 No. DE OFICIO: UIPJ-1/XAL/AMP8º/40/2014.

Esperan que Telmex dé un informe sobre celulares

El padre de Gibrán explicó que están en espera, desde hace dos meses, para que la fiscal Rosario Zamora les dé el informe sobre la petición a la empresa Disipa, representante de Telcel en Veracruz, a razón de que se esclarezca por qué el celular de Gibrán tuvo actividad dos días después de que murió, así como las llamadas y movimientos que policías hicieron en esos días.

"Hay un vacío de diez días, ¿quiénes le dieron la orden de soltarlos? ¿quiénes les dieron órdenes? Es lo que queremos saber con esto, con alguien debieron haberse comunicado (...) ellos refieren que los soltaron enseguida, pero no hay prueba de eso. Incluso el comandante de ellos (Felipe de Jesús López Domínguez) dice que la ropa que traían cuando los soltaron es la misma con la que aparecieron el día de sus muertes", refirió.

Sin embargo el padre de Gibrán dice que hay un aparente compromiso por parte de la Procuraduría del Estado, pero no así de la oficina de asuntos internos de la Secretaría de Seguridad Pública, porque no le han informado sobre los números de los celulares y las conversaciones que usaron e hicieron los policías detenidos.

Los nombres de los siete policías detenidos y que enfrentan la averiguación por detener ilegalmente a los chicos son: Abel Bravo Martínez, el comandante Felipe de Jesús López Domínguez, Uriel Pérez Pérez, Manuel Ortíz Alarcón, Mauricio Ramírez Santiago, José Luis Pérez Vela e Iván Cortés Espíritu.

Dichos policías incluso acaban de interponer hace unos días un recurso de amparo porque según ellos las declaraciones que ya hicieron las realizaron bajo "coacción" y quieren apelar al debido proceso para salir libres de la investigación que se les imputa.

"Quieren salir libres porque dicen que las declaraciones que hicieron las realizaron bajo coacción, nos acaban de decir que pusieron un amparo para eso", dijo.

Además las investigaciones se han retrasado por el hecho de que el juicio en los juzgados de Xalapa se está haciendo con el nuevo modelo de los juicios orales a diferencia de la diligencia hecha por la dependencia de Cardel en la investigación de la aparición de los cuerpos en la carretera Huatusco-Conejos, que se rige aún por el viejo modelo.

Además el padre Martíz Aguirre sigue esperando el dictamen que realizó la Comisión Nacional de Derechos Humanos, quienes hace dos meses también le vienen diciendo que ya lo tienen, sin explicarle nada.

"Me vienen diciendo que ya lo tienen, que ya me lo van a dar, pero todavía no lo recibo, tiene meses que vinieron, ¿Qué tan fuerte es como para que no me lo entreguen?", reclamó.

Gibrán Martiz Díaz y Sergio Luis eran dos amigos cantantes, que fueron detenidos por policías el 7 de enero de este año y aparecieron muertos el 19 en un supuesto enfrentamiento entre policías estatales y presuntos delincuentes en la Carretera Huatusco-Conejos.

La investigación de sus padres hizo recular al gobierno de Veracruz dos días después, el 21, quienes no tuvieron más que aceptar que habían sido siete elementos los que se los habían llevado de la casa ubicada en la calle Ferrocarril Interoceánico el 7 de enero, el último día que se les vio con vida.