- Municipios
Coatzacoalcos: 59 químicos cancerígenos en altas concentraciones
Coatzacoalcos, Ver.- La organización ambientalista Greenpeace advirtió que Petróleos Mexicanos (Pemex) y Mexichem han estado envenenando lentamente a la población de Coatzacoalcos y sus alrededores debido a los altos niveles de sustancias extremadamente tóxicas, entre ellas el Dicloruro de Etileno (EDC), las cuales son liberadas en descargas al río, emisiones de gases y posiblemente cenizas tras la explosión registrada hace dos meses en la planta Clorados III.
Al presentar los resultados de los muestreos realizados entre el 23 y el 25 de abril, los activistas dieron a conocer la presencia de 59 químicos orgánicos en concentraciones 28 veces mayor a lo permitido por las normas oficiales mexicanas e incluso de los Estados Unidos. Uno de los puntos donde se encontró la mayor cantidad de sustancias peligrosas para el medio ambiente y la salud de las personas fue la tubería de descarga de agua del centro petroquímico Pajaritos, pues había etenos clorados, etanos clorados, metanos clorados así como bencenos clorados, todos altamente cancerígenos.
Los resultados de los muestreos presentados este día reflejan la presencia de sustancias altamente cancerígenas en suelo, aire y cuerpos de agua que están en contacto con los habitantes de la región.
“Pemex y Mexichem seguirían envenenando lentamente a la población deliberadamente con descargas cotidianas en los cuerpos de agua de químicos tóxicos peligrosos. Pudieran provenir de la explosión, lo cual es gravísimo pero también podría tratarse de descargas rutinarias de esta empresa, lo que es aún peor o una combinación de ambas”, expresó el coordinador de la campaña de tóxicos de Greenpeace México, Miguel Soto.
En rueda de prensa, apuntó que tan sólo la inhalación del EDC puede afectar el sistema nervioso central, hígado, riñones, pulmones y sistema cardiovascular.
Asimismo, criticó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por encubrir a Pemex y Mexichem.
Incluso, Miguel Soto reveló que Greenpeace solicitó a Pemex información sobre las sustancias que maneja, que fueron liberadas al ambiente tras la explosión del 20 de abril y que diariamente son descargadas en cuerpos de agua, suelo y aire, pero la empresa dijo no tener la información.
A consecuencia de lo anterior, la organización ambientalista demandó conocer el plan de remediación tras el siniestro del 20 de abril así como sanciones para los responsables. También pidieron que se informe sobre las sustancias peligrosas con las que operan los complejos y que son liberadas al medio ambiente. Asimismo, que se legisle el manejo de sustancias químicas, cuya regulación prácticamente no existe en comparación con otras naciones.
Por su parte, el biólogo Lorenzo Bozadas expuso que las repercusiones en la salud de la población se presentarán a corto y mediano plazo.
Detalló que las consecuencias van desde mayor vello corporal hasta el cáncer y el nacimiento de bebés prematuros.
Bozadas dijo que los resultados de los muestreos presentados este día reflejan la presencia de sustancias altamente cancerígenas en suelo, aire y cuerpos de agua que están en contacto con los habitantes de la región. Incluso, recordó que años atrás se realizaron estudios parecidos y sus conclusiones fueron similares a lo proyectado este lunes.
En ese contexto, los especialistas coincidieron en que el sector salud debe dar seguimiento al tema, pues tan sólo en la lluvia registrada el pasado 3 de mayo fueron detectadas altas concentraciones de vanadio, cuya sustancia no se encuentra en el medio ambiente, sino que es producto de una reacción química, es decir, un siniestro como el registrado en Clorados III hace dos meses.
Avc