El acoso una situación que cayó en la normalización
- Lorena Manzur García
Dentro de las esferas en las cuales nos desarrollamos se ha hecho normal recibir acoso de múltiples maneras, cabe recalcar que no únicamente existe el acoso sexual que es uno de los principales.
Como mujeres en numerosas ocasiones hemos vivido el acoso en carne propia, el cual la mayoría de los hombres lo han hecho tan común que creen que debemos de soportarlo cuando no tenemos porqué hacerlo, un ejemplo tangible de ello se da inmerso en las instituciones laborales cuando dan comentarios sexuales o de doble sentido, miradas lascivas, comentarios sobre su forma de vestir o su aspecto, tocar sin permiso de la persona.
Otro problema que suscita en la mayoría de instituciones no cuentan con un mecanismo o protocolo para presentar quejas por hostigamiento, acoso o agresión sexual, por el contrario, algunas mujeres que alzan la voz y quieren realizar la denuncia correspondiente, no se les tomó en cuenta, tuvieron obstáculos y fueron revictimizadas en su trabajo.
El acoso sexual verbal es la forma de violencia más reportada, por lo tanto, la forma de violencia sexual más normalizada.
Al igual existe una serie de comentarios machistas sobre el acoso;
“A los hombres también los acosan”
De acuerdo con ONU Mujeres, por cada hombre victima de acoso y violencia, hay 9 mujeres que lo han sido.
Por lo tanto, aunque el acoso de mujeres hacia hombres también existe, es comparable, por lo que los comentarios como el anteriormente mencionado únicamente minimiza la gravedad de la situación de violencia en contra de las mujeres
“Si no quieren que las acosen ¿Por qué se visten así?"
El acoso no tiene relación con la vestimenta ni con la edad, sino con las conductas machistas, cuya base es una falta de respeto absoluto por la persona que se tiene delante y del intento de demostración de poder hacia ella.
“El hombre llega hasta donde la mujer se lo permite”
El consentimiento claro, libre, consciente y voluntario, es el limite claro que se tiene que respetar en toda relación.
“Solo se molestan si los piropos vienen de un hombre feo”
El como reaccione una mujer a un piropo no depende del físico de quien lo diga, sino del contexto y de la manera en el que ocurra, normalmente sin consentimiento de la parte que lo recibe y con total falta de respeto de la parte que lo emite.
“Si viene de la familia o amigo no es acoso”
El 60% de las victimas de abuso sexual conocían previamente a su abusador, de los cuales el 24% eran parejas de la victima y aproximadamente el 12% eran familiares cercanos.
¿Cómo se puede acabar con él?
·No estás sola
Estudios psicológicos demuestran que las víctimas que verbalizan su caso con alguien de confianza (no hace falta que sea un profesional), enfrentan la situación con mayor entereza o positividad.
No es tu culpa
Muchas víctimas se sienten avergonzadas o se culpabilizan de lo sucedido.
·Actúa
Evitar la situación de abuso puede hacer que el acoso persista o empeore. Eso no significa que las víctimas tengan la obligación de enfrentar de forma física o verbal al acosador, sino que deben poner el caso en manos de las autoridades correspondientes.
·Educa en la igualdad de género
Erradicar el acoso sexual pasa por ofrecer a las nuevas generaciones una educación basada en la igualdad de género y el respeto.
Por desgracia, muchas culturas siguen inmersas en un sistema patriarcal que fomenta o justifica las conductas sexistas. La mujer es considerada culpable de “provocar” al hombre y establece una serie de normas abusivas. La educación es fundamental para que eso no suceda, y la responsabilidad es de todos.