No somos autodefensas pero nos defendemos: marchan en el convulso sur de Veracruz
- José Luis Ortega Vidal
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En 1930 se realizaron las primeras perforaciones de pozos petroleros en la población de Achoapan, hoy conocida como municipio de Las Choapas.
Achoapan pertenecía al municipio de Minatitlán pero se convirtió en Ayuntamiento en 1961 y su cabecera fue elevada a categoría de ciudad en 1967.
Limita entre otros municipios con Moloacán, población de origen popoluca que se documenta en la Nueva España por lo menos desde 1746…
En 1943 el poblado de Cuichapa fue declarado cabecera municipal de Moloacán pero al año siguiente, en 1944, la cabecera municipal pasó a Moloacán y la Villa de Cuichapa se conviertió en su comunidad más poblada y económicamente con mayor actividad…
Como Las Choapas, Moloacán es un lugar con riqueza petrolera que ha venido a menos aunque –caso parecido al de Poza Rica y la huasteca veracruzana- aún cuenta con pozos de combustóleo.
La historia petrolera de estos lugares –Las Choapas marca límites con los estados de Tabasco y Chiapas- está ligada a la compañía “El águila”, de capital inglés, fundadora de la refinería “Lázaro Cárdenas”, en Minatitlán.
Nanchital, Puerto México –hoy Coatzacoalcos- Agua Dulce, forman parte de esta historia que en la primera mitad del siglo XX es sinónimo del cuerno de la abundancia.
Introducirse en los detalles de esta novela requiere tiempo, metodología, paciencia; sería un trabajo científico más que periodístico.
Son miles las microhistorias que se entrelazan.
Va un dato anecdótico: durante los años 70s cuando se casó la hija de un cacique del sindicato petrolero en la zona sur de Veracruz, contrataron a artistas de la talla de Lola Beltrán (+) para amenizar la fiesta. El novio era hijo de un guarura de confianza y la familia se benefició con plazas en PEMEX. Había petróleo para eso y mucho más…
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Hay tanta riqueza natural en el sur de Veracruz que a la exploración y extracción de petróleo y gas seguiría la construcción de la capital petroquímica de México desde fines de los 60s, los 70s y los 80s, en Coatzacoalcos y en Minatitlán con los complejos Pajaritos, Cangrejera, Morelos y PECOSA.
A esta crónica debemos añadir un dato fundamental: el petróleo atrajo migrantes de todo el país y de muchos países del mundo. De ahí que el sur veracruzano constituya una región multicultural.
Ahora bien, no sólo la riqueza petrolera provocó la conformación multiétnica y políglota del sur veracruzano.
Su vegetación, sus bosques y selvas tropicales, su abundancia de agua y extensos territorios inexplorados impulsaron que el gobierno federal sumara este pedazo de México a la Reforma Agraria.
Como parte de este proceso estructural con raíces en la Revolución de 1910 y particularmente animado por el gobierno de Lázaro Cárdenas y Presidentes que le prosiguieron, arribaron familias y pueblos enteros desde Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Morelos, Baja California, etcétera…
Muchos de ellos de vocación agropecuaria se han dedicado por décadas a la ganadería y el cultivo de maíz y gran diversidad de alimentos.
Particularmente en el sector pecuario se generaron fortunas a lo largo de los últimos cincuenta años.
La ganadería del sur veracruzano compite en el país como una de las mejores y de mayor impulso a razas que producen carne y leche de calidad internacional.
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En fin.
El petróleo se agotó; el azufre dejó de explotarse y el boom de ambas industrias desapareció a grado tal que Minatitlán contaba con casi 200 mil habitantes en 1990 y hoy apenas rebasa los 150 mil.
Al declive económico siguió el incremento de la violencia.
Ayer, unos 120 automovilistas recorrieron unos 50 kilómetros de la zona rural entre Las Choapas y Moloacán para expresar su decisión de organizarse, unirse, armar un frente común contra el crimen organizado.
La marcha sobre ruedas terminó en Cuichapa y los reporteros convocados recabaron información muy precisa sobre el evento:
Participaron unos 200 ganaderos, comerciantes y empresarios de Las Choapas que desde hace aproximadamente 15 años han realizado acciones de unidad frente a los delincuentes.
Un tiempo estuvieron inactivos y desde dos años atrás retomaron su tarea.
En esta ocasión acudieron a Villa Cuichapa para manifestar su solidaridad con ganaderos que padecen secuestros y abigeato; así como comerciantes y empresarios que padecen la privación de su libertad y pagan rescate para volver a casa en el municipio que gobierna la morenista Victoria Rasgado Pérez.
No somos autodefensas y no estamos armados, destacaron los marchistas. Contamos con protocolos de autoprotección y ofrecemos solidaridad, apoyo a quienes lo pidan como es el caso de los cuichapenses, sostuvieron.
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El tema de las autodefensas, por cierto, es añejo y polémico en el sur veracruzano.
Hay pruebas sobre la existencia de grupos distintos al que marchó este miércoles, que sí poseen armas además de protocolos de autodefensa sobre todo en la región del Uxpanapa que une a los municipios de Las Choapas, Minatitlán, Hidalgotitlán, Uxpanapa y Jesús Carranza.
Autodefensas sí existen, aunque los marchistas de ayer no pertenezcan a ellos.
El narcotráfico también sentó bases en la tierra pródiga aquí descrita.
Pero ello, es tema aparte.