López Obrador y Cienfuegos: los acuerdos

  • Roberto Rock
Se trata de una historia en faceta inicial, que admite desde ahora múltiples interpretaciones.

La reunión efectuada el pasado día 22 entre Andrés Manuel López Obrador y el secretario de la Defensa, general Salvador Cienfuegos, tuvo un impacto en la visión que el presidente electo sostenía sobre temas de seguridad y el rol que las Fuerzas Armadas deben desempeñar.

Fuentes cercanas al encuentro revelaron a este espacio los aspectos esenciales del desayuno de trabajo efectuado entre ambos personajes a primera hora de ese miércoles, en las oficinas de Cienfuegos, quien estuvo acompañado de su primer círculo de colaboradores. El presidente electo acudió solamente con Alfonso Durazo, designado futuro secretario de Seguridad Pública.

En esta entrega puedo compartirle que al presidente electo le fue realizada una presentación pormenorizada (se habla de más de 90 láminas de un powerpoint) sobre el auge del crimen organizado en zonas concretas del país, lo mismo que las debilidades de la Policía Federal, la entidad civil que tiene encomendada formalmente enfrentar a las principales mafias delincuenciales.

A raíz de ello, ambos personajes habrían alcanzado entre otros acuerdos significativos, la permanencia de fuerzas militares en tareas de seguridad pública (según confirmó López Obrador este viernes), y el mecanismo para la definición del próximo titular de la Defensa, que será seleccionado entre una lista de cinco generales de alto rango que será elaborada por Cienfuegos.  Lo mismo, se dijo, ocurrirá en el caso del relevo en la Secretaría de Marina,  que encabeza el almirante Vidal Soberón.

A este respecto, las fuentes consultadas aseguraron que este método de selección fue planteado por el propio López Obrador, luego de que el actual titular de la Defensa le ofreció pleno respaldo a cualquier decisión que tomara a este respecto. Incluso, se dijo a este espacio, Cienfuegos le habría planteado,  palabras más o menos:

“Si usted lo dispone así, señor presidente electo, dígame en este momento a quién desea designar futuro general secretario; de inmediato comenzaremos a coordinarnos con él, y podrá iniciar la conformación de su propio estado mayor”.

Se anticipó que en la referida lista de cinco altos mandos de la Defensa proyectados como potenciales relevos a cargo de la dependencia figurarán, en orden de sus posibilidades, los generales Eduardo Emilio Zárate, actual oficial mayor; Roble Arturo Granados Gallardo, subsecretario; Pedro Felipe Gurrola Ramírez, inspector y contralor general, y el jefe del Estado Mayor, Alejandro Saavedra Hernández.

López Obrador recibirá este listado en la segunda semana de septiembre, y anunciará las designaciones respectivas en algún momento de octubre.

Durante la citada reunión, adicionalmente, se sugirió que el nuevo presidente utilice para sus traslados oficiales el avión comprado para el uso del propio titular de la Defensa, lo que le permitirá ratificar su ofrecimiento del vender el “TP-01” adquirido el pasado sexenio y estrenado  por el presidente Peña Nieto. Definieron que López Obrador visitará en breve otras instalaciones militares. E incluso Cienfuegos le dijo que respetará cualquier decisión que se tome en materia de la Ley de Seguridad Interior, pero dijo que las fuerzas armadas precisan un esquema jurídico al cual ajusten su desempeño en las calles.

La información recabada describe a un López Obrador arribando a las instalaciones de la Defensa Nacional  a bordo de su auto compacto. Al bajar se le notó tenso. El gesto no lo cambió pese a que al pie de su vehículo fue recibido por una comitiva con los primeros mandos del Ejército, encabezados por el  propio Cienfuegos. Pero se fue relajando hasta mostrarse satisfecho y sonriente según transcurrió la reunión, que se habría prolongado por dos horas, incluida una larga sesión de preguntas y respuestas. 

Dos días antes ambos habían sostenido una breve conversación en Palacio Nacional, en la tercera entrevista que sostuvo el político tabasqueño con el presidente Enrique Peña Nieto, ahora junto con sus respectivos gabinetes. Ahí Cienfuegos invitó al presidente electo a un desayuno. En los siguientes minutos las agendas mutuas fueron coordinadas. No parece existir evidencia de un contacto formal previo entre el equipo del presidente electo y la jerarquía militar, pero se había detectado un cabildeo, presumiblemente a título personal,  del general Audomaro Martínez Zapata, cercano al político tabasqueño desde hace décadas.

Se trata de una historia en faceta inicial, que admite desde ahora múltiples interpretaciones.

Apuntes: Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno electa en la ciudad de México, estima que no se han ejercido al menos 9 mil millones de pesos programados para atender a las víctimas y daños provocados por el terremoto del 19 de septiembre de 2017, hace casi un año, pese al compromiso del ex mandatario Miguel Mancera. A ello se añade que la administración interina de José Ramón Amieva estaría atorando la entrega de la nómina íntegra de empleados. El señalamiento específico es sobre el actual jefe de gabinete, Miguel Ángel Vásquez. ([email protected]).

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Roberto Rock

Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Fue Subdirector Editorial de El Universal y Director Editorial General de El Gráfico y de El Universal.  Actualmente, es vicepresidente de la Comisión Contra la Impunidad de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).