De las recomendaciones finales de Carstens
- Ana Beatriz Lira Rocas
Recientemente se publicó una entrevista del diario El Financiero, al ex Gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, de este diálogo llama poderosamente la atención una respuesta, aquella que alude los pendientes, lo inconcluso, misma que vale la pena trasladar a un lenguaje menos técnico para su discusión.
En ella, además, muestra su enorme habilidad para hablar de temas políticos y que sólo parezcan económicos, es más, estrictamente financieros, cuando en realidad el trasfondo posee un alto contenido social.
Partiendo de un evidente reconocimiento mundial a sus capacidades, no deberíamos desoír sus recomendaciones… y va una propuesta de análisis:
¿Qué siente que no pudo hacer, que faltó tiempo y que quisiera haber hecho en el Banco?
Me parece que el Banco de México debe ser un buen abogado para buscar que factores estructurales que hacen que la inflación sea más alta se vayan abatiendo. Yo creo que en esta administración se hicieron avances muy importantes en (1) liberalizar algunos precios, entre ellos, pues fueron los de las gasolinas, también hubo una reforma de gran envergadura en materia de competencia. Pero sí creo que es más importante, es muy importante continuar impulsando eso. No nada más es el tema de que se pueda cumplir la meta de inflación sino el (2) bienestar de las personas. Todavía tenemos circunstancias, en las cuales, si uno ve la canasta de consumo de las personas de menores ingresos, un porcentaje de entre 30-40 por ciento son productos que no están sujetos a la mayor competencia. Entonces, sí hay ganancias de bienestar muy grandes para la población, redistributivas, si hay mayor competencia. Creo que es bueno que el gobierno esté saliéndose de sus posiciones cómodas y monopolistas. Como en los temas energéticos y en otros. También tenemos que avanzar más en proveer al país de infraestructura para manejar mejor la volatilidad de algunos precios, que también tienen un alto impacto redistributivo. Siempre el Banco de México saca como excusa para la inflación los precios agropecuarios, y no es tal, es una realidad. Ahí lo importante es irnos más al fondo y decir por qué hay tanta volatilidad en los precios de esos productos, porque al fin del día, sí le afectan a la gente, y el diagnóstico pues es bastante claro y es porque nos falta infraestructura en el sector agropecuario para manejar mejor la producción, la creación de inventarios, para que haya un (3) proceso de formación de precios más sólido con menos varianza. Me hubiera gustado haber hecho más avance en esa dirección.
- La liberalización de los precios de las gasolinas era urgente. Lamentablemente el gobierno no ha tenido una buena comunicación política al respecto, si así fuera la gente comprendería que mantener los precios de la gasolina bajos, implica erogar una enorme cantidad en subsidios, mismos que se pagan con los ingresos públicos, es decir, con nuestros impuestos, que deberían estar destinándose a cuestiones prioritarias, como la generación de riqueza que compense las carencias del pueblo y no a hacer la vida fácil de quien tiene coche… es un error pensar que si sube la gasolina subirá todo, los precios, en un entorno macroeconómico estable, no se disparan. Los que gastaremos más seremos los que tenemos vehículo, sobre todo los que tienen autos de alto consumo, en resumen, la gente de mayor ingreso, que evidentemente no son prioridad estatal. O no debería ser.
- Lo que hemos marcado como segundo punto, me recuerda a un alto funcionario, que en un discurso hablaba de que deberíamos olvidarnos de las carreteras de asfalto y pensar en las carreteras virtuales, en impulsar el uso y aprovechamiento de las TIC´s. En aquel momento me hizo pensar en cómo podrían los productores del fantástico café de nuestra región, enviar sus toneladas de producto por e-mail. Vamos, que eso está muy bien para quien ya resolvió el tema de infraestructura que le permite tener precios competitivos y estables. Es decir, que el café llegara siempre a donde debe llegar, sin que los productores deban organizar quién paga la grava necesaria para que el tráiler pueda entrar a los beneficios o las fincas o lo que corresponda al producto en cuestión. Es claro que no existen canales comercialización adecuados debido a las carencias de infraestructura y eso nos lleva a situaciones que alteran los precios. Otro ejemplo, el tomate es un producto de alto consumo en nuestro país, en diciembre su precio sube considerablemente, el lector pensará que ello es irrelevante, pero no lo es, eso sí genera inflación y si pudiéramos revisar minuciosamente, los informes de Banco de México, observaríamos que los precios de los productos agrícolas como el tomate, la incrementan y no así, la liberación de los precios de las gasolinas, como ya hemos sido testigos, no pasó nada.
Los mexicanos solemos olvidar con mucha facilidad nuestra historia, además “vende” bien aquello de que el petróleo es nuestro, y esas frases setenteras que tanto populismo has producido, pero ¿alguien recuerda que la telefonía celular era tan cara que nos ubicaba entre las 5 tarifas mayores a nivel mundial?
La reforma de telecomunicaciones, que tanto enfureció a Slim, trajo la competencia entre muchas compañías y, quien resultó beneficiado, sin duda fuimos los consumidores
- En resumen, a lo anterior se refiere aquello de un “proceso de formación de precios sin tanta varianza”. Pues en la medida en que el mercado se fortalezca, significa que siempre tendrá stock suficiente para mantener estables los precios, ello solo es posible si la producción, en principio, no depende del clima sino de sistemas de riego y/o de la tecnología que corresponda a cada producto y, en segundo, de que esa producción llegue a sus lugares de distribución bajo las mismas condiciones de costos siempre. Esto es, que los caminos y los medios de transporte están permanentemente habilitados.
Esto no es una apología del capitalismo, sino solo pretende ser una explicación modesta de las ideas de uno de los más importantes economistas de la historia contemporánea.
*Investigadora de Tiempo Completo
Facultad de Economía, UV